El Partido Popular asturiano cerrará hoy un largo periodo de espera interna con la designación por amplia mayoría de Teresa Mallada como presidenta del partido. Se pone fin así a 393 días en los que quedó vacante el asiento dejado por Mercedes Fernández, quien el 23 de septiembre de 2019 dimitió como presidenta tras un largo periodo de tensión interna y tras pactar una salida con la dirección nacional. Como muestra de que Casado quiere que quede enterrado aquel episodio, el que fuera secretario general de Mercedes Fernández, Luis Venta Cueli, recibió ayer la resolución del Comité Nacional de Derechos y Garantías decretando su expulsión del PP.
El largo tiempo que Pablo Casado, presidente nacional del Partido Popular, se ha tomado para resolver la situación en Asturias concluye al menos para dar a Mallada un buen escenario de visibilidad como nueva presidenta del principal partido de la oposición: el debate sobre el estado de la región se producirá en la Junta General del Principado entre el 27 y el 30 de este mes. Mallada, así, se encarará con el presidente autonómico y líder socialista, Adrián Barbón, ya con pleno control del PP asturiano y con un liderazgo reforzado.
Con todo, la designación de Teresa Mallada como presidenta del PP asturiano partirá exclusivamente de los órganos regionales del partido. No está previsto que nadie de la dirección nacional intervenga en un cónclave telemático en el que se celebrarán, de forma simultánea un comité autonómico que propondrá a Mallada como presidenta y una junta directiva (el órgano más amplio, con unos 200 integrantes) que ratificará el nombramiento. La mayoría de los asistentes lo harán telemáticamente, aunque habrá una pequeña reunión presencial en el hotel Principado a las 19.00 horas. Mallada ofrecerá un discurso tras su designación.
Todo parece indicar que de la reunión saldrá también el nombramiento de un secretario general, que estatutariamente deberá salir de los integrantes del comité ejecutivo regional. Esta opción había quedado en el aire los últimos días, pero se ha optado por resolver de una tacada las dos vacantes en la dirección del partido. Ya la dirección nacional ha apuntado la estrategia que el partido seguirá los próximos meses, impulsando liderazgos jóvenes entre quienes obtuvieron buenos resultados electorales en las municipales de 2019. En ese perfil encajaría, por ejemplo, el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, bien valorado por amplios sectores, aunque hay otros alcaldes jóvenes llamados a protagonizar un impulso al partido. En todo caso, el nombre de quién ejercerá de apoyo de Mallada en esta nueva etapa permanecía ayer guardado con suma discreción.
La secretaría general quedó vacía tras la destitución de quien fuera número dos de Mercedes Fernández, Luis Venta, acusado de ser el responsable de unas amenazas anónimas al hoy diputado Pablo González. Aunque quedó sobreseída la causa judicial y Venta recurrió su destitución, finalmente el Comité de Derechos y Garantías ha resuelto expulsarle del partido al entender que la sentencia judicial considera acreditado que Venta fue el autor del envío del anónimo y que tras su sanción vertió "graves descalificaciones contra el PP y sus dirigentes".
