La transmisión descontrolada del covid-19 por la región obliga a redoblar las medidas de seguridad ante la festividad de Todos los Santos. Algunas parroquias ya se plantean incluso cerrar los cementerios, una posibilidad que sugirió el Principado en las medidas de retorno a la fase 2 aprobadas ya la pasada semana, pero la mayoría de los camposantos estarán abiertos ese día, aunque la indicación que están dando en las parroquias es escalonar las visitas durante la víspera para evitar posibles aglomeraciones el 1 de noviembre.

Los cementerios no tendrán celebraciones religiosas en la próxima festividad de Todos los Santos, según las normas publicadas por el Arzobispado de Oviedo. En las medidas de retorno a la fase 2, el Principado aconseja evitar el acceso a los camposantos y se pide no cantar en las eucaristías que tengan lugar en el interior de los templos. Por el momento, no hay una prohibición expresa para acceder a los cementerios en esa fecha, la de mayor concurrencia de todo el año. El criterio del Arzobispado es que cada parroquia con camposanto decida en función de sus propias peculiaridades: evidentemente, no presenta el mismo nivel de riesgo el cementerio de un pequeño pueblo que los de las villas o de núcleos urbanos, de ahí que, por ahora, se deje la decisión sobre la apertura de los cementerios en manos de sus titulares.

La junta gestora de los camposantos de la unidad pastoral de Luarca ha comunicado que los de Luarca, Barcia, Belén, La Figal, Lerella, Santiago y Otur permanecerán cerrados el domingo 1 de noviembre y abiertos el resto de días, "según las instrucciones del Ayuntamiento y la Policía Municipal de Valdés".

En Avilés los cementerios estarán abiertos, aunque no habrá celebraciones religiosas por los difuntos en su interior. Los párrocos llevan semanas aconsejando no acudir al camposanto el domingo 1 de noviembre y recomiendan que las visitas se hagan lo más escalonadas posible, en los días previos y posteriores. Ante la posible asistencia masiva, algunas parroquias rurales de la comarca están optando por doblar misas para evitar aglomeraciones que puedan sobrepasar el aforo máximo permitido del 50 por ciento.

El Ayuntamiento de Langreo, al igual que el de Gijón, no cerrará los cementerios el 1 de noviembre, aunque también aconseja a la población que acuda en las jornadas previas o posteriores para evitar masificaciones. En un bando emitido ayer y que se colocará en los camposantos, se informa de que la Policía Local y Protección Civil controlarán el acceso, la limitación de aforo y el cumplimiento de las medidas de seguridad frente a la pandemia. También se ruega a la ciudadanía que "tenga en cuenta la situación sanitaria actual" a la hora de planificar sus visitas.

Las normas publicadas el pasado viernes tras concretarse la vuelta a la fase 2 por parte del Principado ya preveían "posponer ceremonias y eventos relacionados con el día de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, evitando el acceso a los cementerios". La iglesia diocesana de Asturias ya había decidido con anterioridad "ceñirnos exclusivamente a las misas en las iglesias, prescindiendo de cualquier acto dentro del recinto de los cementerios o columbarios".

Las misas y celebraciones eucarísticas en el interior de los templos tendrán un aforo máximo del 50 por ciento, aunque el Arzobispado también asume "la sugerencia de aplazamiento de ceremonias nupciales, comuniones y otras ceremonias religiosas".

Además, en las medidas especiales divulgadas por el Principado el pasado jueves se hace mención expresa a las restricciones para las personas mayores de 65 años con patologías de riesgo para que "eviten la permanencia prolongada en espacios interiores con mala ventilación y mucha concurrencia de personas". El Arzobispado reconoció en su nota que ese "sería el caso de nuestros templos e iglesias, si no tienen buena ventilación y la asistencia de personas fuera numerosa", aunque también advierte de que la recomendación del Principado no afecta en aquellas iglesias o templos que cumplan con esos requisitos.