El Consejo Regulador de la DOP Sidra de Asturias garantiza, por medio de sus controles, la calidad y el origen 100% asturiano de la manzana que se destina a elaborar la tradicional bebida con denominación de origen. Para ello, auditores de la entidad se desplazan a inspeccionar las pumaradas inscritas en el Registro de Parcelas del Consejo Regulador. Es en ese momento cuando verifican el cumplimiento de los requisitos del pliego de condiciones en cuanto a variedades, marco de plantación, podas y demás cuidados obligatorios. Esta actividad no solo es propia de las épocas de recogida, sino que su comprobación se repite de manera periódica a lo largo del año. Durante el periodo de cosecha, en el que nos encontramos, los lagares deben comunicar al Consejo Regulador, con un mínimo de 24 horas de antelación, la relación de proveedores, los cuales van a recepcionar manzana con destino a la Denominación de Origen Protegida. Con esta información, los técnicos del Consejo realizan controles sin previo aviso, tanto en el llagar como en las plantaciones, comprobando la calidad de la manzana. Asimismo, se comprueba, en el momento de la descarga de la manzana, que las variedades son las que el proveedor tiene plantadas en sus fincas. Al término de la campaña, todos los productores tienen que enviar al Consejo Regulador una declaración de ventas desglosada por entregas, fechas, lagares de destino y kilos entregados. Los lagares, a su vez, envían al Consejo un inventario de compras desglosada también por entregas, fechas, datos del productor, parcela de origen y kilos recibidos. Los técnicos del Consejo Regulador comprueban todos estos datos para verificar que coinciden exactamente. Para el Consejo Regulador es absolutamente prioritario garantizar el origen asturiano de la materia prima porque esa es su razón de ser: la sidra de Asturias se elabora exclusivamente con manzanas asturianas.