Los forenses judiciales ya han presentado ante la sección tercera de la Audiencia Provincial el informe que les encargaron sobre el estado de salud de José Ángel Fernández Villa, el exsecretario general del SOMA. Los forenses, que no han examinado en persona a Villa, debido a los protocolos contra el covid-19, sino que han tenido en cuenta los informes previos aportados a la causa, consideran que el exsindicalista sufre una enfermedad que limita su autonomía y que no puede valerse por sí mismo. Ahora serán las partes quienes pidan si debe o no ingresar en prisión, y la Audiencia determinará si cumple o no la condena que le impusieron.

Los forenses no se decantan por ninguna de las opciones, solo remarcan que Villa no puede realizar por sí mismo las acciones más sencillas y cotidianas. Las patologías que sufre el exlíder del SOMA le impiden desplazarse por sí mismo, o realizar las labores de higiene, por lo que necesita ayuda de forma constante, como ya quedó claro en otros informes forenses, o durante sus comparecencias judiciales.

No obstante, cabe decir que los informes forenses que pedían para Villa un trato de favor, como no declarar ante la magistrada que instruía los hechos, fueron contradichos por expertos como el neurólogo Alfredo Robles, quien determinó que el exsindicalista podía comparecer en el Juzgado en unas condiciones determinadas, como finalmente ocurrió.

Quien también ha pedido no ingresar en prisión es el otro condenado por apropiarse de fondos del SOMA, Pedro Castillejo. El exdirector de la Fundación Infide ha hecho una propuesta para pagar el dinero que esquilmó al SOMA, casi 115.000 euros. En caso de que pagase este dinero, podría eludir la cárcel. Ha sido condenado a dos años de prisión y carece de antecedentes, pero también es cierto que el delito por el que ha sido condenado entra de lleno en la órbita de la corrupción, que merece un especial reproche social, motivo por el que los jueces decretan el ingreso en prisión independientemente de los años de pena.