Diseñar un Bachillerato "más generalista" para poder flexibilizar la oferta formativa en la enseñanza superior es uno de los principales retos que la Conferencia nacional de Rectores (CRUE) puso ayer encima de la mesa en las presentación de sus propuestas para construir la Universidad de 2030. En el acto, celebrado por vía telemática, participaron los ministros de Universidades, Manuel Castells, y de Ciencia, Pedro Duque, así como catorce rectores, entre ellos el de Asturias, Santiago García Granda. Uno de los desafíos de la Universidad española, según identificaron, es la configuración de "itinerarios abiertos, tanto dentro de una misma rama del conocimiento como de distintas", así como "vincular la formación con el entorno laboral a través de la formación dual". La Universidad de Oviedo ha empezado a dar pasos en este sentido, ofreciendo por primera vez a sus alumnos la posibilidad de matricularse de asignaturas sueltas de otras carreras.

Con la pandemia de por medio, otro de los retos fundamentales que afrontan las instituciones académicas es evidentemente la formación online. No solo hay que "fortalecerla", sino de "garantizar su calidad". En relación a ello y al cambio hacia una docencia telemática que están experimentando muchas universidades como consecuencia de la mala evolución del covid, el presidente de la CRUE, José Carlos Gómez, señaló en respuesta a una pregunta de LA NUEVA ESPAÑA que "ni las instituciones ni las titulaciones son homogéneas", y por tanto, "habrá algunas que puedan aplicar la formación online y otras en cambio que tengan que mantener las clases presenciales". Esa diversidad es justamente la que se ve en Asturias. "Yo creo que la premisa fundamental es hacerlo lo mejor posible dentro de los medios y espacios que tengan y de la naturaleza de cada titulación", aclaró.

En su intervención, el Ministro Castells aseguró que la investigación es un "componente central" para las universidades, pero avisó que la enseñanza es "la razón de ser" de las instituciones académicas. "Las universidades son sobre todo para los estudiantes", dijo. Y para los alumnos se dirigieron varias de las propuestas de la CRUE. Por ejemplo, formar a ciudadanos no tanto en contenidos sino en "competencias" para que puedan enfrentarse a una sociedad cambiante. ¿Y cómo? Mediante itinerarios abiertos, como son los grados que permiten a los estudiantes configurar carreras a la carta, con asignaturas de diferentes titulaciones. Más ideas: aplicar una "mayor coherencia entre grados y másteres"; impulsar la formación dual, que en "universidades alemanas y francesas está funcionando muy bien, mejorando la empleabilidad"; y avanzar en la formación a lo largo de la vida. En relación a esto último, el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, calificó de "esencial" mantener y "aumentar" el programa Erasmus, a pesar de la crisis sanitaria. "Los investigadores también necesitan realizar estancias en el extranjero", agregó.

En relación con la investigación, los rectores mencionaron ayer como necesidades "desarrollar y financiar un modelo de captación y retención del talento" e "implementar un sistema de acreditación rápido y flexible para personal con un alto perfil investigador". En materia de sostenibilidad, y aquí intervino el rector asturiano Santiago García Granda, las universidades del futuro deben tener la capacidad de "formar en sostenibilidad, ser sostenibles financieramente, priorizar la sostenibilidad ambiental y ser referentes sociales".