Los hosteleros estallaron ayer contra las nuevas restricciones aprobadas por el Principado para tratar de contener la segunda ola del coronavirus y que obligan a bares y restaurantes no poder admitir clientes a partir de las diez de la noche y a cerrar una hora después, a las once. El sector había solicitado alargar la hora de clausura a la medianoche. "Pagamos nosotros la culpa de su negligencia", aseguraron algunos de los asistentes al comité ejecutivo de la patronal asturiana de hostelería y turismo en Asturias, Otea, que se reunió de forma extraordinaria para evaluar el impacto de esas nuevas medidas. Las restricciones tampoco convencen a la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) que exigió al Principado una explicación más detallada y amplia exponiendo cuáles son los soportes científicos y técnicos que amparan las decisiones anunciadas por el Gobierno asturiano.

Más críticos, fuentes de Otea señalaron que "es una falta de respeto al sector (al hostelero), porque hasta los datos de Sanidad indican que el contagio en los locales de hostelería solo es el 3,5% del total". Los hosteleros y restauradores han "llegado al convencimiento" de que son "el chivo expiatorio" del Ejecutivo regional. "Se ve que cenando nuestros clientes se contagian, pero si vienen a comer no"

Por su parte, el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito, pidió al Gobierno asturiano una "explicación más detallada y amplia exponiendo cuáles son los soportes científicos y técnicos que amparan estas decisiones, porque es difícil comprender, tanto para el restaurador como para el cliente, por ejemplo, cuál es la diferencia o impacto en la situación epidemiológica de cerrar un establecimiento hostelero a las once de la noche o a las doce".

No obstante, sostiene Feito que "estas decisiones deberán estar acompañadas de medidas económicas que apoyen a los empresarios y autónomos del sector del turismo, la hostelería, el transporte público, el taxi..., porque sin duda el impacto será muy negativo sobre sus maltrechas cuentas de resultados. Y, además, se debe facilitar al máximo el desarrollo de la actividad productiva y económica a aquellos sectores que no se vean afectados directamente por las resoluciones". Es más, esperan que el encierro de la primavera haya servido de experiencia. "Haber pasado por una situación similar o peor debe constituir una base importante de experiencia para, ahora, agilizar todo lo relativo a la adopción de medidas que permitan el mantenimiento de la actividad productiva", indicó el patrón de patronos. E insistió en sus dudas. "Damos por hecho que las medidas están basadas y fundamentadas en informes científicos y técnicos, y que no se tratan de medidas arbitrarias", agregó.