Italia se asoma de nuevo al abismo. Pese a haber impuesto el toque de queda en cinco regiones (Lacio, Campania, Sicilia, Calabria y Lombardía), el país transalpino no logra frenar el avance de una segunda ola que, con 20.000 contagios al día y más de un millar de personas ingresas en las unidades de cuidados intensivos atestadas, alcanza ya la categoría de tsunami. Por ello, el Gobierno que preside Giuseppe Conte ha endurecido las restricciones, clausurando desde hoy, y durante un mes, espacios de ocio compartido como cines, teatros, gimnasios y piscinas, y obligando a los bares y restaurantes a adelantar su cierre a las 18.00 horas.
El Gobierno de Italia ha anunciado las nuevas restricciones tras el aumento del volumen de nuevos casos diarios y con el sistema hospitalario saturado. Ayer, había un total de 12.415 personas ingresadas por covid en el conjunto del país, con 1.128 pacientes en las UCI. AL Gobierno de Conte le preocupa además el aumento del índice de reproducción, que alcanzó el umbral crítico de 1,5. Esto es: en este momento, en Italia, cada persona infectada contagia de media a 1,5 personas.
Según el nuevo decreto aprobado por el Gobierno italiano, las regiones tendrán potestad de cerrar áreas donde crean que puede haber aglomeraciones a partir de las 21.00 horas. Además, el horario de bares, restaurantes, panaderías y heladerías se limita entre las 5.00 y las 18.00 horas. Aparte, se ha ordenado el cierre, hasta el 24 de noviembre, de cines, teatros, salas de conciertos gimnasios, piscinas, balnearios, centros culturales, casinos, parques de atracciones y estaciones de esquí. También se ha prohibido celebrar congresos en modalidad presencial. En el ámbito educativo, tres cuartas partes del alumnado de secundaria tendrá que seguir las clases a distancia.
Como compensación, a los bares y los restaurantes se les permitirá abrir, siempre dentro del horario aprobado entre las 5.00 y las 18.00 horas, los domingos y festivos. Además, Conte está preparando ayudas económicas para los propietarios afectados. También se suspenderán los impuestos para los comerciales en octubre y noviembre, así como la segunda cuota del impuesto de bienes inmuebles, que se ha de pagar antes del 16 de diciembre.
Mientras Italia trata de mitigar la consecuencia de la escalada de positivos con restricciones al sector servicios, en Francia, que ayer superó a España como el país europeo con mayor volumen de positivos, se proyecta poner en marcha esta semana un dispositivo para poder realizar test de antígenos de covid-19 en los aeropuertos de París. El objetivo es concentrar esos test en los corredores de viajes de negocios, y la efectividad de la medida depende de que se pueda entregar los resultados en unos minutos, para evitar así la aplicación de cuarentenas. El secretario de Estado de Transportes, Jean-Baptiste Djebbari, precisó que se quiere hacer en conexiones en las que hay un peso importante de viajes de negocios, como con Estados Unidos. La voluntad es que se despliegue rápidamente en los aeropuertos de París, Charles de Gaulle y Orly, para extenderlo en un futuro a otros aeropuertos del país.
En los Estados Unidos, la Casa Blanca admitió ayer que el país no podrá "controlar la pandemia" debido al carácter altamente contagioso del covid-19. "No vamos controlar la pandemia, vamos a controlar el hecho de que consigamos vacunas, terapias y otras formas de mitigarla", dijo Mark Meadows, jefe de gabinete de Donald Trump. Estados Unidos está registrando, en los últimos días, más de 80.000 contagios diarios. El país superó ayer la barrera de los 230.000 fallecidos por la pandemia.