El Gobierno regional cierra Asturias respecto al resto del país, confirma los confinamientos perimetrales de las tres grandes ciudades, Oviedo, Gijón y Avilés, acuerda el toque de queda para prohibir la movilidad entre las 12 de la noche y las seis de la mañana y limita a seis personas el máximo de los grupos ya sea en casas, siempre que no se trate de convivientes, o en las calles. Este paquete de medidas supone "el último paso antes de tener que confinarnos otra vez en nuestras casas", según advirtió ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, tras reunirse con el comité de crisis del covid-19, al que además de los responsables de los cuerpos y fuerzas de seguridad asistieron los alcaldes de las tres cabeceras de la Asturias, Alfredo Canteli, Ana González y Mariví Monteserín.

Esto quiere decir que se restringe la entrada y salida de personas del territorio salvo para aquellos desplazamientos, adecuadamente justificados, que se produzcan por alguno de los siguientes motivos:

  1. Asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios.
  2. Cumplimiento de obligaciones laborales, profesionales, empresariales, institucionales o legales.
  3. Asistencia a centros universitarios, docentes y educativos, incluidas las escuelas de educación infantil.
  4. Retorno al lugar de residencia habitual o familiar.
  5. Asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables.
  6. Desplazamiento a entidades financieras y de seguros o estaciones de repostaje en territorios limítrofes.
  7. Actuaciones requeridas o urgentes ante los órganos públicos, judiciales o notariales.
  8. Renovaciones de permisos y documentación oficial, así como otros trámites administrativos inaplazables.
  9. Realización de exámenes o pruebas oficiales inaplazables.
  10. Por causa de fuerza mayor o situación de necesidad.
  11. Cualquier otra actividad de análoga naturaleza, debidamente acreditada.

El cierre entre Asturias y el resto de comunidades autónomas entrará en vigor a las doce de la noche del martes al miércoles, salvo en las excepciones previstas en el estado de alarma. "Hay que dar tiempo a establecer los operativos necesarios", precisó Barbón, quien pidió "grandeza de miras" al resto de partidos, "también a los de mi tribu ideológica", para apoyar el estado de alarma, como base jurídica de todas las restricciones que conlleven la limitación de la movilidad. Esta restricción no impedirá la llegada de la Vuelta Ciclista a España, el próximo sábado día 31, porque, como matizó el propio Barbón, se trata "de una prueba deportiva profesional, autorizada por el Gobierno de España". El presidente del Principado, eso sí, precisó que se celebrará "sin público", como ya ocurre en el resto de etapas.

El toque de queda entró en vigor tras su publicación en el "Boletín Oficial del Principado" (BOPA) ayer y se retrasa de 12 de la noche a las 6 de la mañana, mientras que el cierre perimetral de los núcleos urbanos de Oviedo, Gijón y Avilés, que ya se aplicó el pasado fin de semana, se mantiene a espera de una concreción definitiva sobre su alcance después de que el regidor ovetense, Alfredo Canteli, y la alcaldesa gijonesa, Ana González, pidieran ayer que alcance a todo el concejo y no solo al ámbito urbano. La resolución del BOPA también fija en seis personas el máximo de los grupos, tanto en las casas como en la calle, siempre y cuando no sean convivientes.