El pleno del Consejo Fiscal aprobó ayer el nombramiento de dieciocho nuevos cargos, entre ellos el del asturiano Alejandro Cabaleiro Armesto. El avilesino ha obtenido una de las nueve plazas que salieron a concurso en Madrid en la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad organizada y a la que se presentaron 15 candidatos. Las ocho plazas restantes las ocuparán Inmaculada Violán, Miguel Serrano, Luis Rodríguez, Belén Dorremochea, César de Rivas e Irene Rodríguez.

Cabaleiro (Avilés, 1979) ingresó en la carrera fiscal en el mes de junio de 2006 y se incorporó en 2018 a la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada en Madrid. Desde noviembre de ese año se encontraba en comisión de servicios en la Fiscalía Especial Anticorrupción. Previamente, desde enero de 2013, fue el fiscal delegado de Medio Ambiente y Urbanismo de Asturias. Compaginó esa labor con el despacho de asuntos de la jurisdicción contencioso-administrativa y mercantil, y formó parte de la Sección de Delitos Económicos de la Fiscalía.

Su primer destinado en Asturias se remonta a marzo de 2008, tras un primer paso por Gerona, donde permaneció hasta su traslado al Principado. Ya en la comunidad asturiana, formó parte de la Sección de Menores de la Fiscalía y fue Fiscal Delegado Antidroga, entre mayo de 2011y febrero de 2012. Su curriculum incluye además una extensa trayectoria de actividades docentes.

Hijo del abogado Manuel Cabaleiro, que fue director general de Justicia del Principado, ejerció la acusación pública en el "caso Niemeyer". Asumió el procedimiento en la fase de calificación -una vez rematada la investigación por parte del Juzgado número 2 de Avilés- cuando formaba parte de la Sección de Delitos Económicos de la Fiscalía. Fue contundente en la exposición de su informe en 2019. Mantuvo que en el Niemeyer se usó dinero público para fines privados y pidió once años de prisión para el exdirector de la Fundación del Centro Niemeyer, Natalio Grueso, quien finalmente fue condenado a ocho años de cárcel.