P. ÁLVAREZ / S. F. LOMBARDÍA / M. MANCISIDOR
Los hospitales asturianos llegarán hoy a 500 enfermos de covid ingresados (sin contar sospechosos), una cifra nunca alcanzada en la primera oleada. Ayer eran 492: de ellos, 425 en planta y los 67 restantes en UCI.
Un factor preocupante es el incremento de pacientes en cuidados intensivos. El martes eran 49 los infectados en boxes de críticos; el miércoles, 59, y ayer, 67. La progresión es muy rápida. En la primera ola, el pico de pacientes en las UCI de los hospitales públicos se registró el 4 de abril, cuando sumaban 82. Ciertamente, en la primera fase se alcanzó una dotación máxima de 204 camas de UCI, y en esta ocasión la sanidad regional dispone de hasta 248.
El ala impar de la cuarta planta del Hospital de Cabueñes, en Gijón, se cerró ayer por la tarde al detectarse un foco de contagio. Según las fuentes consultadas, ya el miércoles saltaron las primeras sospechas sobre un posible contagio y se hicieron las primeras pruebas.
La planta está aislada (no se puede entrar ni salir) y se está realizando un cribado entre los profesionales que trabajan en ella.
El Hospital Universitario San Agustín de Avilés (HUSA) vive la última semana de octubre con calma tensa por una pandemia cada vez más acelerada, aunque las cifras aún permiten cierto sosiego: el complejo sanitario avilesino está al 72 por ciento de ocupación. “Estamos más o menos bien, de momento. Tenemos dos plantas dedicadas a pacientes con covid-19, y el resto funciona con relativa normalidad”, subrayan los profesionales. El año pasado, como ejemplo, el centro estuvo a punto de rozar el completo, con el 95 por ciento de ocupación varios días de invierno, coincidiendo con el “pico gripal”.
Hospital San Agustín
En las dos plantas habilitadas para los pacientes covid había ayer por la mañana un total de 45 personas ingresadas con resultado positivo en la PCR. Otras seis permanecían en la unidad de cuidados intensivos (UCI) habilitada para estos enfermos, que suma 14 camas en total.
En este sentido, el centro ha hecho cambios en los últimos días ante el avance del nuevo coronavirus, convirtiendo en “UCI sucia” la convencional, dotada con más camas, y dejando para los enfermos críticos de otras patologías una más pequeña con 7 camas. En la cúspide de la crisis la pasada primavera, el centro de cabecera de la comarca de Avilés llegó a atender simultáneamente a 14 pacientes graves de covid-19.
En cuanto a la actividad en los quirófanos, el Hospital Universitario San Agustín mantiene las cirugías programadas, aunque la actividad se ha ralentizado respecto al mes de septiembre, según los profesionales.
