La enseñanza concertada asturiana se subleva contra la Ley Celaá. En solo un día directores de colegio, profesores y padres de alumnos han recogido “más de 30.000 firmas” contra la nueva norma de Educación, que “ataca y restringe la libertad de enseñanza”. La plataforma en defensa de la concertada, que fue creada el pasado mes de julio y que integra a todos los sectores de esta red, anunció ayer, en una rueda de prensa telemática, que Asturias se sumará a la campaña nacional contra la LOMLOE y convocarán movilizaciones.

“Es una mala ley en todo, contiene una lista interminable de agravios a la libertad de enseñanza, y su tramitación está siendo acelerada y opaca” en plena pandemia, criticó Desirée Fernández, presidenta de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) y que ayer fue la encargada de leer un manifiesto. De esa larga lista de agravios, Fernández enumeró algunos: “La reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) conduce hacia el dominio sistémico del Estado, dotando a las Administraciones con facultades cada vez más amplias en detrimento de las familias; permite distribuir a los alumnos por centros reduciendo significativamente la elección educativa de sus padres; se inventa un derecho a la educación pública cuando la Constitución recoge el derecho a la educación; se enfrenta al modelo de educación concertada, ampliamente implantado en Europa; devalúa la enseñanza de la asignatura de Religión, pone en duda la supervivencia de los centros de educación especial...”.

Ante todos estos “ataques”, la concertada se unirá para mostrar su disconformidad en las calles. “Todavía no tenemos fecha concreta, pero seguramente la semana que viene ya habrá algo organizado”, adelantó Carlos Robla, secretario de la patronal Escuelas Católicas, que integra a los directores de la red no pública y que representa al 30% del alumnado no universitario. Robla aseguró que del Principado esperan “nada de nada”. “Tenemos un precedente nefasto: a principios de julio el Gobierno regional nos quiso excluir de todas las ayudas para hacer frente al covid y tuvimos que movilizarnos. Con esa perspectiva, ¿qué vamos a esperar del Principado? Nada de nada”, dijo Robla, que puso un ejemplo más. “La consejería de Educación también quiso centralizar el proceso de admisión y matriculación de nuevos alumnos y tuvimos que plantarnos. Son muchos tics (en contra de la concertada) como para esperar algo de ellos”, remató.

En la rueda de prensa de ayer participaron, además de CONCAPA y Escuelas Católicas, la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), las organizaciones sindicales, OTECAS, USO y FSIE, la Plataforma Asturiana Religión en la Escuela y la Delegación Episcopal de Enseñanza. En el manifiesto leído defendieron “la pacífica y armónica convivencia de las tres redes: pública, privada concertada y privada”, y recordaron que “el Estado tiene igualmente la obligación de financiar adecuadamente los centros educativos públicos y concertados para garantizar la gratuidad real de ambos”. Asimismo, pidieron al Gobierno “una dotación suficiente de recursos para atender a los alumnos con discapacidad en los centros ordinarios y en los colegios de educación especial”, ya que la LOMLOE promueve a la “desaparición” de estos últimos.

“Las clases presenciales son un valor”, dicen en los centros

“La educación presencial es un valor y la intentaremos mantener hasta donde se pueda”. Así lo manifestaron ayer directores de colegios de la concertada ante la escalada de casos covid en Asturias y, en consecuencia, un posible cierre de los centros educativos. No obstante, la respuesta, añadieron, “no la tienen los colegios sino las autoridades sanitarias”. “Lo ideal es una enseñanza presencial pero habrá que atender a la situación epidemiológica del momento. Se está revelando que los centros son lugares seguros frente al virus y yo creo que, si fuese necesario confinarse, ahora estamos en mejores condiciones que en el último trimestre del curso pasado”, indicó Simón Cortina, director del colegio Corazón de María (Codema) de Gijón. . El también presidente de la patronal Escuelas Católicas aseguró que los centros están “preparados” para impartir clases en todos los escenarios, incluso en el peor de ellos. En la misma línea se pronunció José López Sela, del colegio Amor Misericordioso: “Siempre que sea posible, la educación presencial es un valor y hay que mantenerla”. De momento, los casos están creciendo en los centros –los últimos datos oficiales hablan de 847 alumnos confinados–, porque, recalcan los directores, “somos reflejo de lo que pasa en la sociedad”.