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La Universidad permitirá prácticas y pruebas presenciales “inaplazables”

El Rector acata que la institución tenga que ser online pero defiende que cerrarla “no implicará una bajada de contagios”

La Universidad de Oviedo permitirá a las facultades y a las escuelas hacer prácticas y evaluaciones presenciales que sean “inaplazables”. En una resolución, publicada ayer cerca de las nueve de la noche, el Rector, Santiago García Granda, indica que “aquellos centros que, de conformidad a sus planes de contingencia, consideren inaplazable la realización presencial de prácticas y/o evaluaciones deberán dirigir solicitud motivada al Rectorado y a la Gerencia”. Las prácticas externas, por su parte, “podrán seguir desarrollándose siempre que las empresas o las instituciones garanticen la tutela”. Los decanos y directores de centro habían pedido el lunes, a través de LA NUEVA ESPAÑA, mantener presencialmente “determinadas prácticas y buena parte de los exámenes”.

Una de esas prácticas son las de los últimos cursos de Medicina y Enfermería. “Los alumnos son un activo, no una carga”, defendió ayer el decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, Alfonso López, que rechaza un parón como el sufrido durante el primer estado de alarma. “En otras comunidades los estudiantes estuvieron en primera línea en la lucha contra el covid. Y es que los chavales tienen que aprender a actuar en una pandemia y no quedarse en casa”, enfatizó.

El Rectorado publicó las nuevas instrucciones una vez salió el decreto que recoge las restricciones de Asturias para hacer frente a la pandemia. Una de ellas es la suspensión temporal –de momento, por quince días– de la actividad presencial en la Universidad. Hay servicios esenciales, sin embargo, que continuarán desarrollándose presencialmente. Por ejemplo, “los servicios científico-técnicos, el bioterio y resto de animalarios, así como aquellas instalaciones científicas y laboratorios que necesiten mantenimiento; el acceso a las instalaciones por parte del personal docente e investigador que necesite disponer del material o de los medios más adecuados para la impartición de la docencia online; y el servicio de préstamo bibliotecario, o los servicios de mantenimiento”, entre otros.

Según los cálculos del equipo de gobierno, la actividad presencial en la Universidad asturiana se reducirá “en más del 90 por ciento”. Granda defendió ayer que la institución es un “lugar seguro” y que cerrarla “no implicará una disminución de los contagios”. Dicho esto, señaló que las restricciones eran “esperables dada la situación” actual y que la institución debe ser “solidaria” con la región y ayudar a reducir la movilidad.

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