“En ningún momento hemos bajado la guardia”, contestó ayer el consejero de Salud, Pablo Fernández, a las críticas coincidentes de Ciudadanos y Podemos, por la gestión realizada por el Principado ante la segunda ola de la pandemia.

“Se durmieron en los laureles y fue un error focalizar en Madrid sus críticas. Hay que tener mucho cuidado con fomentar la rivalidad y la polaridad con otras comunidades autónomas, mediante mensajes que tienen un punto regionalista”, cuestionó la diputada Laura Pérez Macho (Cs), quien preguntó al titular de Salud: “¿Por qué no han sido tan rápidos en montar un hospital de refuerzo en Gijón? ¿No hay dinero o no hay recursos humanos?”, a lo que Pablo Fernández respondió que se movilizaron “todos los recursos, generando una reserva estratégica de cuatro meses de antelación, con un buen número de respiradores invasivos “. El consejero subrayó, además, la labor de “vigilancia activa” en las semanas previas a esta segunda ola.

Con Daniel Ripa (Podemos) el fragor del debate fue mayor, si cabe. El diputado de Podemos reprochó “la falta de personal en Cabueñes, de la que habíamos advertido hace meses”, haciéndose eco de las recientes protestas en el hospital de Gijón. El consejero replicó con cifras: desde abril se contrataron 525 trabajadores y recientemente 105 enfermeras. Y emplazó a Ripa a elegir personaje en “Los Miserables”, entre “los que ponen en riesgo su vida por los demás y los que buscan sacar tajada de la miseria”. Mientras tanto, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, insistió en la tesis de que el confinamiento domiciliario podrá evitarse en todo el país si los ciudadanos dan "cumplimiento a las medidas" adoptadas por cada comunidad autónoma.