El Gobierno del Principado ha identificado a más de mil profesionales en paro “con formación específica en los ámbitos del cuidado sociosanitario” y sondeará su disponibilidad para incorporarse a las residencias de mayores públicas y privadas y restañar así los déficits de personal que está generando en estos centros la presión asistencial creciente como consecuencia de la oleada de otoño de la pandemia, que deja ya 84 fallecidos en geriátricos, a fecha del pasado día 4. Según ha anunciado esta mañana la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, su departamento iniciará los contactos con esos profesionales, cuyos perfiles ha localizado en coordinación con el servicio público de empleo, con vistas a calmar las necesidades que genera la fuerte inflación de casos en geriátricos.

Los centros han elevado estos días el tono de sus quejas estas carencias, motivadas tanto por el incremento de positivos como por los trasvases de su personal hacia el servicio de salud, dada la presión que sufren ya los centros sanitarios asturianos. Con respecto a otra de sus reivindicaciones, las dificultades para sectorizar sus dependencias para el aislamiento de los pacientes infectados, Álvarez no ha descartado la posibilidad de incrementar el número de centros intermedios para el tratamiento de residentes positivos asintomáticos o con sintomatología leve si la evolución de la pandemia lo aconseja.

Esta semana, el Principado ha anunciado que baraja habilitar para este fin el antiguo hotel Kris, en Corvera, que estaba a punto de ser reconvertido en geriátrico. La Consejera ha defendido el trabajo de ataque contra la pandemia en los geriátricos, cifrando en un cincuenta por centro los centros “intervenidos”, los que cuentan con un interventor del Servicio de Salud que marca los protocolos a seguir, y ha expuesto su intención de “reforzar” las inspecciones en marcha en aquellos centros donde la incidencia del virus es mayor. “Seguimos manteniendo contacto directo con la Fiscalía”, asegura Álvarez, y adaptando los protocolos a la evolución de la situación epidemiológica. No obstante, resaltó que “cada residencia no puede obviar su responsabilidad a la hora de asegurar la seguridad de las personas que viven en ella”.