Los datos de contagios en Asturias siguen bajando pero el número de fallecimientos no sigue la misma tendencia. Salud ha notificado hoy que ayer domingo se detectaron 236 casos positivos y 25 fallecidos. La bajada de casos positivos durante el fin de semana suele ser habitual, pero en esta ocasión el descenso ha sido muy brusco. El viernes se registraron 793 casos, el sábado 423 y ayer domingo los ya citados 236. Una bajada, que según los expertos, no quiere decir nada hasta esperar a ver la tendencia. La tasa de positividad se sitúa en el 5,8%, tras haberse realizado ayer 4.386 pruebas PCR.

El gran problema ahora en el Principado, la presión hospitalaria, sigue en cifras muy elevadas. Ayer se produjeron 72 hospitalizaciones de personas con coronavirus en planta y 13 más en UCI. Actualmente, en Asturias hay 893 pacientes ingresados con confirmación o sospecha de covid-19. Además, otras 145 personas afectadas permanecen en unidades de cuidados intensivos. El número de altas hospitalarias se situó ayer en 40.

Los fallecimientos vuelven a subir y ayer se registraron 25: nueve mujeres de 71, 76, 76, 76, 83, 91, 93, 97 y 100 años, y dieciséis varones de 46, 76, 77, 83, 83, 84, 84, 85, 85, 86, 87, 89, 90, 91, 91 y 94. Doce de estas personas tenían domicilio en un centro residencial de mayores.

Las previsiones

Las previsiones de los expertos apuntan a que los contagios pueden empezar a bajar a lo largo de esta semana, como resultado de las restricciones impuestas. Pero no así las hospitalizaciones y los ingresos en la UCI, que continuarán aumentando. Las autoridades sanitarias ya señalaron el pasado viernes que lo más preocupante es la presión hospitalaria, y en especial la entrada de casos graves en las UCI. La previsión es los ingresos continúen creciendo en las próximas semanas. Esta misma tesis es la que sostienen los epidemiólogos. Pedro Arcos, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo, fue presidente de Médicos Sin Fronteras en España y trabajó en control de epidemias en catorce países de Asia, África y América. “El dato de un día es poco significativo. Lo importante es la tendencia, que los descensos, aunque sean pequeños y no tan drásticos, sean continuados”, porque eso es lo que indicará que se doblega la curva de contagios, aunque no quiere decir que la situación esté controlada. Arcos también destaca la importancia de la tasa de positividad (positivos sobre el número de pruebas realizadas), porque “es un indicador muy fiable de si realmente se reducen los contagios”. Otra cosa son las hospitalizaciones de pacientes agudos y críticos. “La reducción no se produce hasta que pasan unos 15 días desde que empiezan a bajar los positivos. Aún quedan muchos días de mucho estrés en los hospitales y lo que es peor, en las UCI”, afirma.

El también epidemiólogo y exdirector de acción sanitaria en situaciones de crisis de la OMS Daniel López Acuña, también incide en que “no podemos sacar conclusiones definitivas hasta no ver los datos de varios días, la tendencia, y además, siempre hay un posible efecto de fin de semana. Por eso habrá que ver los datos de los próximos dos o tres días para sacar conclusiones firmes”. En cualquier caso, López Acuña advierte de que “hay un desfase de dos semanas para ver cambios en la incidencia, y de tres a cuatro semanas para ver impactos en la hospitalización y en el ingreso en UCI así como en el número de fallecimientos”. E insistió en que “solo lograremos ver un doblegamiento pronunciado de la curva si logramos dar el paso hacia un confinamiento domiciliario”.