Al grito de “¡Barbón, o todos o ninguno!” el pequeño comercio de Oviedo reclamó al presidente regional la reapertura de sus tiendas. El Gobierno regional aplazó una semana más su decisión sobre la reapertura de las tiendas de proximidad, pero el sector ya no puede más. Alrededor de un centenar de personas se concentraron en las inmediaciones del Palacio Conde de Toreno de la plaza Porlier, donde se celebran habitualmente las reuniones del comité de seguimiento de la crisis del coronavirus (la de ayer fue telemática), para tratar de dar visibilidad a una situación económica que el comercio califica de “extrema”, por lo que urge retomar la actividad.
“Nos estamos ahogando”, proclamaron varios asistentes mientras metían sus cabezas en bolsas de plástico para tratar de llamar la atención sobre la “pesadilla” que supone tener que seguir haciendo frente al pago de la seguridad social, impuestos y alquileres a pesar de tener cero ingresos.
La movilización contó con la presencia de representantes del Ayuntamiento de Oviedo, que insistió ayer ante la Federación Asturiana de Concejos (FAC) en la necesidad de permitir el funcionamiento del comercio de proximidad “con limitaciones de aforo y cumpliendo todas las medidas de seguridad”. El teniente de alcalde, Mario Arias; el edil de Economía, Javier Cuesta, y el de Hostelería, Alfredo García Quintana, se sumaron a los representantes locales del sector para impulsar una reapertura que ven “indispensable” para salvar la campaña navideña.
El presidente de la asociación Comercio de Oviedo instó a Barbón a copiar el modelo de otras autonomías en las que los contagios caen pese a mantener tiendas y bares abiertos. “Está demostrado que el comercio no es foco de contagio y por ello deben dejarnos abrir cuanto antes”, defendió Nacho del Río, haciendo “un llamamiento a la coherencia y el diálogo” para consensuar soluciones.
“Ayudas exiguas”
Respecto a las ayudas aprobadas por el Principado para el sector, lo valoran como “un gesto positivo”, si bien advierten que se quedan muy lejos de cubrir las pérdidas. “1.500 euros es una cantidad exigua para una tienda que está cerrada”, sostuvo la secretaria de la Federación Asturiana de Comercio, Magdalena Huelga, quien advierte que “se está cargando la crisis en la Asturias trabajadora”.
