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Una repostera asturiana crea la mermelada de fabes: "Es una textura muy suave"

Marta García asegura que “el sabor muy original”

Marta García Canto, ante sus confituras y fabas, en Fuentes. | Vicente Alonso

La faba es la legumbre estrella de Asturias y el ingrediente principal de la tradicional fabada, el plato más internacional del Principado. Pero también es protagonista de otras sabrosas recetas con mariscos, pescados o carnes. La famosa legumbre, además, ha dado lugar a atrevidas variantes con un sorprendente recetario dulce que da sabor a helados, mazapanes o tartas.

Ahora, la maliayesa Marta García Canto, Marta “la de Coral”, reconocida aficionada a la cocina, en especial a la repostería, ha ideado una innovadora mermelada de fabas fruto de su afición por experimentar con confituras originales. En su despensa se pueden encontrar más de veinte recetas propias con toda clase de productos de su propia huerta en Fuentes, “Lo que más me atrae de la cocina es innovar y experimentar con nuevos sabores y productos apetecibles. Hago mermeladas con productos de mi huerto en Llavanderu, y me gusta siempre que tengan un toque y sabor asturiano. Una de mis debilidades son les fabes de la granja, que siempre cociné en fabada tradicional, o fabes con diferentes ingredientes. Ahora me he atrevido a experimentar preparándolas en mermelada. Creo que el resultado final ha sido sorprendente, muy bueno”, asegura orgullosa la maliayesa.

Para su preparación esta maestra repostera ha empleado 200 gramos de fabas cocidas con agua y sal, 75 gramos de azúcar blanca y 50 gramos de azúcar moreno. “Por supuesto les fabes tienen que ser de la granja. Se cuecen con agua cómo se hace para la fabada. Yo para esta receta lo hice en una olla rápida, unos 15 minutos. Después se dejan escurrir, se trituran y se añade el punto de sal, y le pongo dos variedades de azúcar, más blanca que morena. Como truco si se quiere se le puede añadir un chorrín de licor más bien seco. Se vuelve a cocer todo junto alrededor de media hora”, dice García.

La repostera reconoce estar encantada con las opiniones de familiares y amigos, a los que ha regalado las primeras pruebas. “Dicen que está en su punto de dulzor, con una textura suave y un sabor tan original que no se parece a ningún otro. Están sorprendidos porque no se esperaban que les fabes pudieran servir para hacer mermelada. Ha sido todo un éxito”, explica. “Creo que de todas las mermeladas que he hecho hasta ahora, esta es de las que más me ha gustado”.

Y es que esta aficionada a la cocina es toda una experta en confituras especiales. Entre las más de una veintena de sus especialidades destacan frutos autóctonos como arándanos, piescos, higos, pera, calabaza, frambuesa o mora, a los que ha ido sumando experimentos “exóticos” con saúco, grosella, feijoa, higos chumbos, o las más recientes , de tomate verde o maduro de temporada.

“Les fabes asturianes son una de mis debilidades en la cocina, y un manjar único en el mundo”, sostiene esta firme defensora de la legumbre, que es miembro de la Cofradía de les Fabes del Principado de Asturias en Villaviciosa. De sus creativas manos han salido recetas de fabada tradicional o fabas con tropiezos que han ganado varios premios en concurso gastronómicos.

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