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Los motivos por los que un nonagenario se negó a ingresar por covid y ahora lo obliga la jueza

El hombre, un conocido quirosano afincado en Oviedo que llegó con ahogo al HUCA, no puede aislarse en casa con su mujer o con su nieta

El mazo de un juez.

A. G. G., de 94 años, acudió este martes a Urgencias del HUCA porque tenía muchos problemas para respirar. Le hicieron la prueba de sangre ELISA IgM (una de las primeras que se usaron) y le diagnosticaron una infección por covid-19. Las radiografías confirmaron que sufría neumonía bilateral. Sin embargo, cuando le explicaron que tenía que quedarse aislado en el hospital y tenían que medicarlo con gotas, el hombre se opuso rotundamente.

Salud informó a la Fiscalía, que presentó este miércoles un informe ante el Juzgado de lo contencioso número 1 de Oviedo solicitando el ingreso hospitalario y tratamiento médico no voluntario. Lo justificaba por la imposibilidad de recibir ese tratamiento en su domicilio y el riesgo sanitario para los demás. En la mañana de este jueves, la jueza sustituta Elsa Ramón García autorizó el ingreso forzoso del nonagenario, pero rechazó que se le pueda pinchar contra su voluntad.

La jueza justificó el ingreso forzoso con el fin de aislarlo y evitar que pueda contagiar el virus a otras personas, empezando por su mujer. La jueza apela a la ley de la autonomía del paciente, que autoriza a los médicos al ingreso forzoso “cuando existe riesgo para la salud pública”. Y explica que el riesgo de contagio y de mortalidad en la actualidad es muy elevado, lo que justifica de sobra la medida.

Además, se trata de un paciente que, aunque no sufre deterioro cognitivo, sí necesita de ayuda para las labores básicas diarias. Por otro lado, no puede aislarse en su casa de Oviedo, donde reside con su pareja, ni tampoco en casa de una de sus nietas, también residente en la capital.

No obstante, la jueza deniega que se pueda someter a tratamiento forzoso al hombre, en concreto el tratamiento intravenoso que proponían los facultativos, y para ello apela de nuevo a la ley de autonomía del paciente. Y es que el hombre se opone a que le pinchen y los médicos deben estar “al consentimiento libre y voluntario del paciente”. El paciente es un quirosano que se afincó en Oviedo hace unas décadas, muy conocido en la capital, sobre todo en el entorno del paseo de los Álamos.

Otro caso en abril

No es el primer caso que se registra en Asturias durante la pandemia. Ya el pasado abril, el mismo Juzgado que autorizó el aislamiento del nonagenario acordó el ingreso a la fuerza en el HUCA de un hombre de 30 años que se negaba a quedarse en el hospital a pesar de los indicios de estar infectado de coronavirus. El hombre, con problemas mentales, acudió al HUCA con dolor pleurítico. La prueba de exudado nasofaríngeo dio negativo, pero en una radiografía aparecieron infiltrados bilaterales que podían corresponderse con una infección por covid-19. Se hacía necesaria una segunda prueba, por lo que se invitó al joven a ingresar en el centro, pero se negó, por lo que el equipo médico tomó la decisión de mantenerle a la fuerza en el centro hospitalario. La Fiscalía apoyó esta media, avalada por el Juzgado.

Aislada por el juez en Vigo tras salir de casa sin esperar a saber si tenía el virus

El Juzgado de lo contencioso número 1 de Vigo ha ordenado el aislamiento forzoso de una septuagenaria que salió de casa sin esperar a saber si tenía el virus. Su hija había dado positivo y a ella le hicieron una PCR, diciéndole que tenía que quedar en casa, obligatoriamente, durante diez días. Decidió hacer caso omiso y se acercó al centro de salud a ponerse la vacuna de la gripe, con tan mala suerte que la llamaron en ese momento para ver si estaba en casa. El juez aduce el riesgo para la salud pública. Galicia, por otro lado, contempla multas de entre 3.000 y 120.000 euros por saltarse de forma voluntaria la cuarentena.

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