La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Sespa amplía el plazo de los días libres tras el cabreo de la plantilla

La Administración rectifica una resolución que obligaba a los sanitarios a renunciar a los descansos de estas jornadas

El cabreo del personal sanitario obligó ayer al Servicio de Salud del Principado (Sespa) a ampliar hasta marzo de 2021 el plazo para poder disfrutar los días de libre disposición correspondientes de este año. Inicialmente, la Administración había dado instrucciones para liquidar esos días y establecido un plazo máximo de 5 días para que los trabajadores comunicasen de forma voluntaria y por escrito su renuncia al disfrute de todas esas jornadas a cambio de su abono en la nómina del mes de diciembre.

El Sespa emplazó al personal fijo e interino que comunicase de forma expresa el número de días concretos a liquidar, todos los que tenían pendientes de libre disposición que son prácticamente la totalidad porque la pandemia ha impedido disfrutarlos con normalidad desde el pasado mes de marzo. Y dio un plazo de cinco días hasta el 24 de noviembre, para que el personal sanitario comunicase dicha renuncia y pudieran ser incluidos esos pagos como “gastos covid-19” en la nómina de diciembre.

Esta comunicación generó gran indignación entre un personal que llega agotado a fin de año, tras nueve meses de una presión estresante, que ahora se ha visto acuciada con el duro impacto de la segunda ola del coronavirus. “Muchas enfermeras y enfermeros y médicos prefieren descansar esos días y no cobrarlos, con el año que llevan”, aseguraron fuentes sindicales. El médico Felipe Piedra, delegado de CSIF, se reunió ayer con la directora gerente del Sespa, Concepción Saavedra, para trasladarle el malestar reinante en la plantilla por la obligación de tener que renunciar al descanso de la totalidad de esos días.

La gerencia del área sanitaria VIII (Langreo) comunicó que la renuncia a los días de libre disposición podía ser “parcial”. Es decir, no era obligatorio renunciar a todos los días pendientes, de tal forma que el Sespa abría la puerta a una solución mixta, consistente en que el personal podía cobrar una parte de esas jornadas de libre disposición mientras que otra parte podría descansarla, al ampliar hasta el 31 de marzo el plazo para gastar esos días pendientes. “El trabajador no está obligado a pedir la liquidación de todos”, establece dicha resolución.

Compartir el artículo

stats