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La curva epidémica se doblega, pero los hospitales esperan semanas “muy duras”

Las altas y el envío de pacientes a la Feria y el Credine alivian la presión sobre los centros | La mortalidad continúa en niveles muy elevados

Pruebas en el autocovid del HUCA Julián Rus

Cuatro semanas después del cierre perimetral de Oviedo, Gijón y Avilés; y dos semanas y media después del cierre de la hostelería y el comercio, Asturias puede decir con ciertas garantías que la curva epidémica del coronavirus se doblega. Que no conviene lanzar las campanas al vuelo resulta evidente, conociendo el comportamiento impredecible del patógeno causante del covid-19. Pero lo cierto es que la cifra de infectados registrada en la región en la última semana es sensiblemente inferior a la de la semana precedente. Con los 348 casos nuevos reportados ayer –que corresponden al jueves–, el volumen de contagiados de los últimos siete días es de 2.492, frente a los 3.672 de los siete días precedentes. El descenso se sitúa en el 31,1 por ciento. De este modo, Asturias se suma a la tendencia nacional de bajada de la incidencia de la pandemia. Según los datos facilitados ayer por el Ministerio de Sanidad, Galicia es la única comunidad autónoma en la que la onda epidémica está en fase de ascenso.

Los hospitales esperan semanas difíciles.

Sin embargo, no todo está encauzado y resuelto. “Damos por hecho que nos quedan dos o tres semanas muy duras”, coincidieron en pronosticar ayer varios médicos de hospitales del Principado. Su planteamiento se basa también en la dinámica habitual del coronavirus, según la cual las hospitalizaciones suelen llegar una semana después del inicio de los síntomas, y los ingresos en cuidados intensivos (UCI) una semana después de las hospitalizaciones.

Más altas hospitalarias que ingresos.

Anteayer viernes se registraron 112 hospitalizaciones de personas con coronavirus: 100 en planta y 12 en UCI. Además, se contabilizó un altísimo número de altas hospitalarias: 148. Varios días de esta semana se han computado más altas que ingresos. Incluso el Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha reforzado las guardias de los fines de semana para evitar que el sábado y el domingo el ritmo de altas mengüe de forma muy ostensible. Una parte de los pacientes que salen de los hospitales son enviados al Centro para Discapacidades Neurológicas (Credine), de Barros (Langreo) y al hospital de campaña de la Feria de Muestras de Gijón, dado que necesitan cuidados sanitarios de muy baja intensidad.

Cincuenta hospitalizados menos.

Tras los ingresos y altas registrados el viernes, ayer había en Asturias 789 pacientes ingresados en planta con confirmación o sospecha de coronavirus, un número llamativamente inferior a los 841 del día previo. Este dato resulta de sumar los hospitales que son titularidad del Principado más Jove y Cruz Roja (ambos de Gijón).

Las UCI, una semana de estabilidad.

Además, otras 143 personas afectadas permanecen en UCI, una cifra que lleva más de una semana sin apenas variaciones. Esta estabilidad debe ser considerada como un éxito, después de una primera mitad de noviembre de zozobra en las UCI.

La mortalidad no cede.

Otra asignatura pendiente es la mortalidad. Ayer, la Consejería de Salud reportó 20 fallecimientos por covid que tuvieron lugar el jueves: nueve mujeres de 76, 82, 83, 86, 87, 88, 90, 91 y 93 años, y once varones de 55, 58, 59, 61, 75, 81, 82, 86, 87, 89 y 92. Cuatro de estas personas vivían en residencias de mayores.

La positividad se modera.

La tasa de positividad de las 6.384 pruebas diagnósticas realizadas el viernes en la región es del 5,45 por ciento, ligeramente superior al 5 por ciento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como tope para dar por controlado un proceso pandémico. La citada tasa ha disminuido en los últimos días.

El “gran trabajo” de los sanitarios.

“Pienso que podemos ser optimistas. Nos parece que los datos de esta semana inducen a la esperanza. La semana pasada tuvimos cifras tremendas, pero hay motivos para pensar que la tendencia ha cambiado”, explicó ayer a este periódico Santiago Melón, jefe del laboratorio de Virología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). A su juicio, los médicos y el resto de los profesionales sanitarios están desarrollando “un gran trabajo” en las plantas y UCI, y se aprecia “un mejor manejo de la enfermedad basándose, entre otros criterios, en la magnitud de la carga viral que presenta cada paciente”.

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