Hay dos formas de verlo, son distintas y ambas son ciertas. Por una parte, el consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández, aseveró ayer que la situación de los hospitales de Asturias continúa siendo “muy preocupante” debido a la pandemia de coronavirus. Y añadió: “En las próximas semanas vamos a seguir teniendo muchos fallecimientos”. La cifra de ingresados ayer por la mañana era de 830 enfermos de covid en planta, a los que hay que sumar 40 con sospechas de infección y 140 contagiados en cuidados intensivos (UCI). Además, por todas las demás enfermedades están hospitalizadas unas 1.500 personas en planta y 20 en UCI. “Cuanto mayor es la ocupación por covid más se merma la atención al resto de las patologías; por eso es muy importante que baje la incidencia del coronavirus”, aseveró el Consejero.

Con todas las cautelas que exige hablar de un proceso pandémico imprevisible y referirse a una plantilla de más de 20.000 trabajadores sanitarios, hay otra realidad en los hospitales que quizá puede resumirse del siguiente modo: los profesionales de la salud empiezan a ver luz al final del túnel. Conviene explicarlo con cierto detalle.

Después de una torrentera de ingresos en planta que arrancó a mediados de octubre, y de un ritmo vertiginoso de entradas en UCI que se desató a finales de octubre y duró dos semanas, puede decirse que esa tendencia desaforada está ahora mismo bajo cierto control. Hay que matizarlo bien: “Nos quedan tres semanas muy duras”, reconoce el personal sanitario. Y en eso existe unanimidad. Pero si ahora mismo se preguntase a los trabajadores de los hospitales si temen un colapso, la respuesta casi unánime sería que no, que no ven posible que los hospitales se saturen.

Los hospitalizados en planta eran ayer por la mañana 870 entre infectados y sospechosos. Cuando se computen los ingresos y las altas del lunes, seguramente la cifra será igual o más baja. Y lo cierto es que, tras una escalada apabullante a principios de este mes, no se ha llegado a 900 enfermos en planta y la estabilización es clara desde hace casi dos semanas. Muy similar es el panorama de las UCI, que llevan también diez días en el entorno de los 140 pacientes. Dicho esto, de nuevo viene bien enfatizar el tono de prudencia que ayer exhibió el consejero de Salud: “El cambio de tendencia es esperanzador, pero vamos a necesitar mucho esfuerzo y mucha cabeza, y seguir aplicando la razón”.

Casos nuevos. La Consejería de Salud confirmó ayer 249 nuevos casos de covid-19 diagnosticados el domingo. El descenso de la curva epidémica sigue siendo patente, pese a los brotes en centros geriátricos y en el Hospital de Avilés. Anteayer, se realizaron 3.993 pruebas de diagnóstico (PCR y antígenos), con una tasa de positividad del 6,2 por ciento.

Alta mortalidad. El domingo se produjeron 12 fallecimientos: cinco mujeres de 75, 76, 81, 89 y 92 años, y siete varones de 55, 63, 67, 81, 81, 86 y 93. Tres de estas personas vivían en residencias de mayores.

Puesto militar en Gijón. El Hospital de Cabueñes tiene previsto que su puesto militar dirigido a labores de triaje para paliar la presión sobre el área de Urgencias empiece a funcionar hoy con normalidad después de que ayer la jornada se centrase en el ensayo de protocolos de protección y circuitos de pacientes. El hospital acaba de cerrar un fin de semana complicado por dos brotes declarados en sus plantas quinta y octava del ala impar, destinadas a hospitalización y al servicio de Neurología, respectivamente. Ambas están bloqueadas y en cuarentena, sin admitir nuevos ingresos, hasta finales de mes, por lo que cualquier “código ictus” declarado en el área sanitaria V seguirá derivándose a Oviedo.

Peligroso brote en el Hospital de Avilés, con 47 infectados

El Hospital de Avilés, referente en la atención a pacientes geriátricos, identificó durante el fin de semana un inquietante brote de coronavirus que, por el momento, afecta a 24 de los 61 pacientes ingresados y a 23 de los 130 sanitarios del centro. “Tras detectar el brote, cuyo origen desconocemos, se realizó un cribado masivo entre los enfermos y el personal”, avanzó ayer el gerente de la Fundación, Luis Gago. La mayoría de los afectados son asintomáticos y las personas que presentan síntomas se encuentran clínicamente bien, incluidos los primeros tres pacientes diagnosticados que fueron trasladado al Hospital San Agustín como medida de precaución. El centro no descarta habilitar una unidad para pacientes covid-19, como ya hizo en las peores semanas de la pandemia. Otra posibilidad que está encima de la mesa es el traslado de los infectados a otro centro. Además, se ha suspendido momentáneamente la actividad quirúrgica y las pruebas programadas, así como las consultas que no tienen que ver con el seguimiento de las operaciones realizadas.