“Parece que el inglés no pone en peligro el castellano, pero sí otras lenguas autonómicas”. Esta fue una de las reflexiones –y a la vez críticas a la derecha– que hizo esta mañana el sindicato docente SUATEA sobre la ley Celaá. El portavoz de la organización, Tino Brugos, cargó contra el “ruido mediático” de una parte de la esfera política, que ha utilizado como “ejes falsos y simplificadores” que la libertad y el derecho de los padres a elegir centro está en peligro. Brugos lo negó, al igual que negó que el castellano vaya a perder presencia en las aulas catalanas como consecuencia de la eliminación en la norma de su condición como lengua vehicular. Ya que, aclaró, "la propia Constitución reconoce la oficialidad del castellano y, por lo tanto, es lengua vehicular también".

En líneas generales, para SUATEA, la reforma educativa del PSOE y Unidas Podemos es un “avance tímido”, aunque valoran que suprima “todo lo negativo” de la ley Wert. En este sentido, Brugos enumeró “la desaparición de las reválidas, de los itinerarios y de Infantil y las escuelas de 0 a 3 años como etapas de cuidados; se recuperan las competencias que se habían arrebatado a los claustros; se elimina la prioridad que se le había dado a la Religión contando para nota; se incorpora la educación afectiva-sexual...”. 

Sobre la flexibilización de la repetición que introduce la ley Celaá, el portavoz de SUTEA destacó que “no por repetir vamos a solucionar el problema”. ¿Y cuál es la solución a su juicio? “Facilitar herramientas a los alumnos que permitan mejorar sus capacidades sin proceder a su descuelgue del sistema educativo”, señaló. Por eso, el sindicato ve “bien” que solo se pueda repetir una vez por etapa. Otras de las novedades que incorporar en este apartado la norma es la posibilidad de pasar curso con dos asignaturas suspensas en Secundaria y de sacar el título de Bachillerato con una materia pendiente. En ambos casos de manera “excepcional”. 

"Vemos bien que los alumnos solo puedan repetir una vez por etapa, como recoge la norma"

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No obstante, Tino Brugos advirtió, en una rueda de prensa telemática en la que le acompañaron otros integrantes del sindicato, que hay artículos de la ley Celaá que “no tienen fácil aplicación”. Una de ellas es la eliminación de los conciertos educativos (es decir, de financiación pública) a los colegios que diferencien a sus alumnos por sexo. En Asturias hay dos: Los Robles (masculino) y Peñamayor (femenino). “Hay sentencias que cuestionan esta medida”, avisó Brugos. Sin ir más lejos esta semana el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña se pronunció en contra. Y el otro artículo con poco recorrido es el que se refiere a la gratuidad de los centros concertados, porque, según Brugos, “siempre se las arreglan para que en la práctica haya doble financiación”. 

Aunque están de acuerdo con gran parte de su contenido, para SUATEA la futura ley educativa supone un “avance tímido”, al entender que “se ha perdido una oportunidad para dar fortaleza a una serie de cambios” en el sistema. Por tanto, quedan por delante muchos retos. Algunos de ellos: “un Estado no confesional para acabar con los conciertos, potenciar la coeducación y terminar con la precariedad laboral del profesorado”.