La agónica situación que arrastra la hostelería por el cierre de sus negocios se dejó ver, y sobre todo oír, por la práctica totalidad de barrios de Gijón después de una gran protesta en vehículos, que se prolongó durante cuatro intensas horas y en la que fueron respaldados por muchos ciudadanos que les aplaudían al verles pasar. El mensaje de la plataforma Hostelería con Conciencia, promotores de reivindicativa caravana, es claro: “necesitamos ayuda”.
“Queremos que se nos escuche y que ese plan de choque del Principado sea ambicioso y amplio para que dé apoyo a nuestra delicada situación”, valoró Félix Marcos al término de la protesta, en la que participaron decenas de camiones y furgonetas de reparto y coches particulares. “Esto es una cadena, los proveedores también lo están pasando muy mal”, añadió el representante de la asociación, que anuncia una nueva reivindicación para mañana miércoles en la plaza del Seis de agosto, en Gijón.
Los mensajes de la protesta, que estuvo escoltada por la Policía para evitar conflictos de tráfico y duró cuatro horas, los llevaban impresos en carteles y pegados al capó o en el parabrisas. “SOS Hostelería”, “Pequeño comercio corazón grande” o “Que nadie se quede atrás” fueron los más comunes. “Cada día veo que importamos una mierda a esta sociedad. Firmado: un bar”, rezaba el más original. La asociación, además, exige ayuda a la alcaldesa de Gijón, la socialista Ana González. “Seguimos sin saber nada del Ayuntamiento, y queremos hablar de nuestro futuro”, añadió Marcos.
A esa petición se sumó ayer el portavoz de Foro, Jesús Martínez Salvador, para revertir “el drama y la angustia” que viven los hosteleros. “El clamor de la hostelería de Gijón no debe quedar sin respuesta por parte del Ayuntamiento”, apuntó el portavoz forista, que destacó la urgencia de poner en marcha unas “ayudas directas y una fluidez en el pago que les permita sobrevivir a la pandemia”.
Por su parte, la asociación Asturias Suma, sigue adelante con la intención de que varios de sus integrantes se encierren en la iglesia de San Pedro este viernes. Antes, tienen la idea de recorrer el paseo del Muro en una marcha para visibilizar su situación. Además del encierro, visto con buenos ojos por el párroco, Javier Gómez Cuesta, realizarán una recogida de firmas, de alimentos y de juguetes.
