Las grandes empresas de distribución han invertido 140 millones de euros para elevar los índices de seguridad de sus clientes y empleados ante la pandemia de covid-19, por lo que consideran injustificado que algunas comunidades, entre ellas Asturias, las obligue al cierre aduciendo razones sanitarias.

“El consumidor quiere espacios seguros de compra que garanticen unos altos estándares de seguridad ante el covid, medidas de prevención y distanciamiento adecuadas y una protección lo más eficaz posible para empleados y clientes”, sostiene la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED), la más representativas de España. “Nuestras empresas han demostrado capacidad para garantizar esta demanda, por eso no está justificado desde el punto de vista técnico el cierre de tiendas impuesto en algunas comunidades y cuyo impacto en la actividad comercial y el empleo está siendo muy negativo”, indica el colectivo en un informe. ANGED recalca que el propio Ministerio de Sanidad señala que el comercio sólo ha generado el 0,8% de los casos por covid desde junio. “Si las tiendas son seguras para empleados, lo son para los clientes”, argumentan.

Por todo ello, afirman que “no se justifica desde un punto de vista técnico” el cierre de grandes establecimientos, porque estas instalaciones “garantizan una gestión de riesgos rigurosa y efectiva”.

Las ventajas

  • Mayor superficie para adoptar protocolos seguros
  • Posibilidades de control de aforos
  • Ayuda para regular el tránsito de clientes
  • Sin actividades que exijan la retirada de la mascarilla
  • Sistemas de ventilación que garantizan la renovación del aire
  • La existencia de aparcamientos, opción para evitar el transporte público
  • Zonas de cobro ágiles para evitar aglomeraciones

Las firmas que forman parte de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (entre las que se cuentan Alcampo, Apple Retail, Bricomart, C&A, Carrefour, Conforama, El Corte Inglés, Eroski, FNAC, IKEA, Leroy Merlin, MediaMarkt o Toys’R’Us) sostienen que las inversiones realizadas para evitar contagios en sus instalaciones es un compromiso “que va más allá de las propias obligaciones legales que toda empresa tiene ante el covid, incluye entre otras cuestiones: los materiales de seguridad y protección; la inversión en costes de personal; inversión en mantenimiento y climatización segura; costes sanitarios; auditorías de seguridad; refuerzo de equipos de limpieza y seguridad en los centros; así como campañas de formación, comunicación y sensibilización para empleados y clientes”.

Más aún, la asociación considera que en espacios de una mayor superficie de venta es más fácil adoptar protocolos de prevención, así como llevar a cabo un control de aforos y tránsito de clientes o garantizar sistemas de climatización que permitan la renovación permanente del aire.

ANGED destaca las “buenas prácticas” que han llevado a cabo las grandes empresas de distribución para minimizar los posibles riesgos de contagio. Así, resalta la existencia de servicios de prevención, la formación de equipos para la correcta aplicación de las medidas anticovid, la existencia de campañas de sensibilización para clientes y empleados, la aplicación de métodos de cobro ágiles para descongestionar las cajas, la limpieza y desinfección reforzada, la toma de muestras de contaminación por covid o la flexibilidad en las jornadas para minimizar el contacto social.