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Las cifras del "noviembre negro": Asturias suma en un mes más de la mitad de los muertos de toda la pandemia y los geriátricos sufren un duro golpe

Azote mortal del covid a la región, donde fallecieron en cuatro semanas 538 personas: 260 de ellas residían en centros para mayores

Traslado de pacientes con covid del Hospital de La Caridad, en Avilés

El mes que queda atrás pasará a la historia de Asturias como un "noviembre negro". La pandemia de coronavirus ha dejado una huella trágica, acumulando en tan solo cuatro semanas más de la mitad de los fallecidos de toda la pandemia. Y ese duro golpe también lo han sentido en las residencias geriátricas asturianas.

Si bien los datos –facilitados por las distintas comunidades autónomas– indican que Asturias no es la región donde mayor incidencia está teniendo el covid-19 en las residencias de la tercera edad, la contención de la enfermedad en los centros para mayores está suponiendo un gran quebradero de cabeza para la autoridades asturianas. El virus sigue colándose, y ahora con más fuerza, en los equipamientos donde se concentran personas de alto riesgo, con brotes de gran magnitud e incontrolables, como los actualmente activos en las residencias de Laviana y Canuto Hevia de Lena. Y el hecho de que en otras autonomías las cifras acumuladas arrojen una situación aun peor no esconde que Asturias se encuentra por encima de la media nacional en varios parámetros.

Según refleja el Observatorio de Salud en Asturias, con datos recogidos hasta el miércoles pasado, la región ya acumulaba 579 fallecidos que tenían su residencia en un geriátrico. El mes de noviembre está siendo especialmente duro, el más mortal en cifras absolutas de toda la pandemia (primera y segunda ola) en las residencias. En las últimas cuatro semanas se sumaron 260 fallecidos de estos centros, una terrible cifra que representa más del 40% del total de residentes muertos por covid en toda la pandemia.

Pero, aun con estas últimas semanas especialmente duras, Asturias se mantiene por debajo en incidencia mortal del virus en residencias geriátricas respecto a varias comunidades autónomas. Los datos reflejan que el ya cuestionado modelo de centros geriátricos, de tipo hospitalario y que dificulta los grupos burbuja, es un problema que va más allá de Pajares, extendido por buena parte de la geografía nacional. En diez comunidades autónomas –Castilla y León, Castilla La Mancha, Navarra, Extremadura, Cantabria, Cataluña, Aragón, Asturias, Madrid y La Rioja– los muertos provenientes de residencias suponen más del 50% de todas las víctimas de la pandemia (la cifra nacional se sitúa en torno al 52%); mientras que en otras dos el porcentaje se acerca a ese 50% (Baleares y Galicia). Atendiendo a este parámetro, Asturias (con un 53,2%) es la octava comunidad donde los residentes de geriátricos constituyen un mayor porcentaje de sus fallecidos.

Un 53,2% de los fallecidos por covid en Asturias residía en geriátricos, un porcentaje superior a la media nacional, del 52%

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Para salvar la injusta comparación de los datos absolutos que generan las abruptas diferencias de población entre regiones, se puede calcular la tasa de fallecidos en geriátricos por cada 100.000 habitantes. En este sentido, Asturias, con 56,6 muertes de residentes por cada 100.000 habitantes, ocupa el séptimo lugar, por encima de la media nacional, de 49,9. Le superan, por este orden, Castilla y León (142,1), Castilla La Mancha (137,1), Aragón (92,5), Madrid (90,6), La Rioja (87,1) y Navarra (79,9). Sin embargo, el Principado está pasando ahora mismo por las peores cifras de muertos que vivían en equipamientos sociosanitarios, y casi todas esas comunidades que le superan en el acumulado de toda la pandemia ya pasaron por su peor pico, situado incluso en algunas zonas en la primera ola de la enfermedad y no en esta segunda.

Si se compara a la región asturiana con las otras que, justo después de ella, son las más envejecidas de España, solo Castilla y León está siendo golpeada –con mucha diferencia– con más mortalidad en sus geriátricos. Las cifras de la comunidad vecina asustan, liderando la negra estadística nacional con un 76% de sus fallecidos provenientes de centros residenciales y una incidencia por cada 100.00 habitantes de 142,1. Mucho mejores cifras que Castilla y León, y que Asturias, mantienen las otras regiones más envejecidas: Galicia, Cantabria y País Vasco.

Adiós al mes más letal, con más de la mitad de los muertos de la pandemia

Asturias deja atrás un mes terrible. No solo para las residencias de ancianos. En general, noviembre ha supuesto cuatro semanas plagadas de jornadas especialmente negras en los recuentos diarios de fallecidos. Hasta ayer, el Principado tenía contabilizados en el mes pasado 538 fallecidos, lo que supone más de la mitad –el 53,5%– del total de 1.006 muertos registrados en toda la pandemia.

Especialmente dramática fue la semana del 9 al 15, cuando la región acumuló 158 defunciones por covid-19. Otras tres regiones han vivido el mismo fenómeno de un noviembre negro: Murcia, Aragón y Andalucía. En total, en España se produjeron en noviembre 6.279 fallecidos, por lo que los muertos en Asturias representan uno de cada 12 fallecidos en España, pese a que en población supone uno de cada 45 habitantes.

La segunda ola de la pandemia acumula en el Principado 665 fallecidos, cifra muy superior a los 341 de la primera: una tendencia inversa a la nacional y la de la mayoría de las comunidades

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De los 1.006 fallecidos reconocidos por el Principado, 341 se corresponden con la primera ola, mientras que 665 son de la segunda. Así, la oleada actual del virus acumula ya el 66,1% de los muertos de lo que llevamos de pandemia. Y de los 665 fallecidos del segundo embate del coronavirus –cuyo inicio se marca en el 28 de julio– en la región, los 538 de noviembre constituyen el 80,9 %. Esta tendencia es inversa a la nacional así como a la de la mayoría de comunidades, donde la primera ola fue más letal. Y los expertos creen que aún llevará “una o dos semanas” rebajar las cifras de fallecidos.

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