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Ocho de cada diez residentes del geriátrico Canuto Hevia, en Lena, ya son positivos en covid

Casi la mitad de la plantilla está contagiada y requiere refuerzos | El Ayuntamiento estudia cómo dotar de más presupuesto a la residencia

Malas noticias en la residencia Canuto Hevia de Pola de Lena, que registra el brote más agresivo de coronavirus de la región. La dirección del geriátrico recibió ayer los resultados del último cribado. Y son alarmantes: ya se han contagiado 124 de los 147 residentes (un 83 por ciento) y 32 trabajadores, de un total de 80. La situación es límite y la residencia requiere refuerzos del Principado para la plantilla. El Ayuntamiento también está “buscando fórmulas” para habilitar una partida presupuestaria para el centro. “Es una de las residencias más afectadas de España”, reconoció la alcaldesa del concejo, Gema Álvarez (IU).

El brote de covid-19, tras una primera ola de la pandemia sin geriátricos afectados en las Cuencas, se dio a conocer el 18 de noviembre. La dirección informó de los primeros positivos: siete casos, entre plantilla y trabajadores. “Nos tememos lo peor, hay personas muy mayores”, señalaron ya entonces familiares de residentes. Respaldaron a la gestión de la residencia, que depende de un patronato encabezado por el Ayuntamiento. Se activó el protocolo covid y siguieron las recomendaciones de la Consejería de Salud. Este protocolo incluye cribados semanales para controlar los brotes. Empezaron a crecer los casos: 70 residentes y 12 trabajadores, en un segundo cribado; 110 ancianos y otros 14 sanitarios, en el tercero. Y este último que ya ha disparado las cifras “a un nivel casi incontrolable”, reconocieron ayer fuentes del patronato de la Fundación Canuto Hevia.

De un total de 147 residentes, se han contagiado de coronavirus 124. Es decir, ocho de cada diez ancianos han contraído el virus. Hasta la tarde de ayer, se habían registrado seis fallecimientos. Cuatro hombres y dos mujeres, de entre 59 y 95 años. El porcentaje de contagiados de la plantilla es mucho más bajo (un 40 por ciento de los trabajadores), pero los que resisten sienten los efectos: “Tienen una carga de trabajo inmensa, se están quedando sin aliento”, declararon ayer fuentes del patronato.

El brote en cifras

124 Ancianos contagiados

El último cribado ha arrojado datos alarmantes. Se han contagiado 124 residentes, de un total de 147 (un 83 por ciento). Ocho de cada diez.

96 Con síntomas leves

Están aislados en la residencia un total de 96 ancianos contagiados. Son asintomáticos o presentan síntomas muy leves de coronavirus.

32 Contagiados en la plantilla

Un 40 por ciento de los ochenta trabajadores de la residencia Canuto Hevia está contagiado de covid. Requieren refuerzos del Principado.

El Ayuntamiento quiere darles oxígeno. Es por eso que, ayer, tras una reunión del patronato, la Alcaldesa anunció una medida urgente: “Estamos buscando fórmulas para ayudar económicamente a la residencia Canuto Hevia, ante la situación tan difícil que están atravesando las instalaciones”. “Ayudaremos en todo lo que podamos”, se comprometió.

La primera medida ha sido buscar apoyos en el Principado, a través del organismo ERA, para reforzar la plantilla: “La presión por la que están pasando los trabajadores ahora mismo es mucha”, afirmaron desde el patronato. Dentro de la residencia, actualmente, están aislados 96 de los 119 enfermos de covid-19. Son asintomáticos o presentan síntomas muy leves. El cuidado de estos ancianos depende de una plantilla que está más que mermada. Los otros 23 residentes positivos en covid-19 están, en su mayoría, en el Credine de Langreo y solo los que presentan un pronóstico más grave son derivados al hospital.

El siguiente paso será habilitar esa partida económica. La Alcaldesa aún no puede adelantar la cuantía ni la fórmula para hacerla llegar al patronato Canuto Hevia, ya que se trata de una residencia concertada. El objetivo de la responsable municipal es que ese presupuesto “sirva para mejorar la situación de la plantilla y también de los residentes”.

Al otro lado de los barrotes que cierran la residencia, ahora con los jardines llenos de silencio, están los familiares. Esperan a diario la llamada de sus seres queridos o del personal de la residencia. Los que viven cerca, vigilan cada movimiento en el edificio: “Cada vez que veo una ambulancia pasar me estremezco”, afirma Sandra Amez, familiar de una residente que resiste sin contagiarse.

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