El Gobierno de Adrián Barbón ha presentado hoy en la Junta General su proyecto para el Presupuesto de 2021 con la confianza de que está cerca de alcanzar el “acuerdo amplio” que se marcó como objetivo al iniciar las negociaciones, un entendimiento en el que no estarán el principal grupo de la oposición, el PP, ni Vox, excluido de las conversaciones “por ser un partido que no cree en el Estado autonómico”. Será un Presupuesto que romperá todos los techos precedentes en gasto social, con un fondo de rescate de 100 millones como principal novedad y concesiones de última hora como el bono de conciliación, por 1,1 millones de euros, pactado con Ciudadanos, en un proyecto que por primera vez pasará de 5.000 millones de euros.
La consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, entregará hoy el proyecto del primer Presupuesto de la “era covid-19” al presidente de la Junta General, Marcelino Marcos Líndez, sin tener un acuerdo cerrado con el resto de partidos de la oposición, pero con la sensación de estar muy próxima a entendimientos puntuales con Podemos, Ciudadanos, IU y Foro, capaces de desbaratar las hipotéticas enmiendas de totalidad que puedan formalizar el PP y Vox. Al “corazón social” de las futuras cuentas regionales, reconocido tanto por Podemos como por Izquierda Unida, se sumaron ayer nuevos pasos al entendimiento con Ciudadanos y Foro.
Ciudadanos exhibió ayer el bono de conciliación como la prueba de que “estamos más cerca” de llegar a un acuerdo para el Presupuesto de 2021, aunque advirtió que no estaba cerrado. El bono de conciliación supondrá una partida de 1,1 millones de euros que, según Susana Fernández, permitirá atender “a casi el 93 por ciento de las familias asturianas para conciliar” con ayudas de 300 euros “para que puedan invertirlos en contratar a personas para atención de los niños en casa o mandarlos a un centro de educación, en definitiva, cualquier servicio que sirva para atender a los hijos”. El grupo parlamentario naranja también señaló como aportación suya a las cuentas del próximo ejercicio una partida de 5 millones para digitalización de las aulas y para que todos los alumnos dispongan de dispositivos digitales y conexiones, así como un cronograma de las reformas a abordar en la Administración del Principado en 2021. Entre los flecos que aún quedan por limar entre Ciudadanos y el Gobierno de Barbón están las inversiones municipales. “Salimos satisfechos”, valoró Susana Fernández, quien precisó que la eliminación de la semipresencialidad en las aulas escolares a partir de enero no será una reivindicación que impida el acuerdo: “Lo estamos negociando pero tampoco creemos que se pueda avanzar mucho por ahora”.
Ovidio Zapico, de IU, justificó “el núcleo social” de las cuentas del próximo año como la base para “el preacuerdo” que ya hay entre la coalición y el Ejecutivo de Adrián Barbón. El fondo de rescate, cuantificado en 100 millones de euros, y la mejora de las dotaciones tecnológicas en la educación pública son algunas de las bazas esgrimidas por Izquierda Unida para defender “el Presupuesto más social” en una coyuntura de necesidad excepcional como la generada por la pandemia. IU de Asturias también reivindica inversiones en los ayuntamientos que gobierna actualmente. Adrián Pumares, portavoz de Foro, valoró positivamente que “las cuentas del próximo año incluyan medidas fiscales de captación y retención de talento, como reclamamos”. Gimena Llamedo, secretaria de organización de la Federación Socialista Asturiana, destacó los esfuerzos de cuatro grupos parlamentarios para tratar de llegar a “un acuerdo amplio” y que Asturias tenga Presupuesto, en alusión a Podemos, Ciudadanos, IU y Foro, una actitud que contrapuso a la del PP. “Esos cuatro grupos tienen ganas de alcanzar un acuerdo en esta situación excepcional que vivimos”, afirmó Llamedo, para subrayar que del PP de Teresa Mallada “no puede decir lo mismo”. Llamedo reprochó que los populares “enviaron sus propuestas tarde (...) Cómo se les ocurre plantear un fondo de rescate de casi 400 millones de euros en los minutos de descuento”. Gimena Llamedo les afeó “no haber tenido altura de miras” y les responsabilizó de “preferir ir de la mano de la ultraderecha”.
