El Ejecutivo regional abre la mano y rebaja las restricciones. Pero solo un poco y con la advertencia de que según evolucionen los datos epidemiológicos se volverá atrás o se podrá seguir avanzando. A partir de hoy pueden abrir los equipamientos culturales y deportivos –excepto gimnasios e instalaciones deportivas cerradas–, que tendrán que esperar al próximo lunes, día 14. También se pospone hasta ese día la apertura de la hostelería y los centros comerciales, que lo podrán hacer con enormes limitaciones. También a partir del próximo lunes, día 14, el toque de queda se retrasa de las 22.00 a las 23.00 horas, y seguirá finalizando a las 06.00 de la mañana. ¿Y la Navidad? Habrá que esperar a mañana, viernes, para conocer más detalles, pero Asturias continuará cerrada respecto a otras comunidades.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, compareció ayer por la tarde acompañado del consejero de Salud, Pablo Fernández. Insistieron ambos en que “las medidas tan duras” aplicadas en Asturias han dado resultado, tal y como indican las cifras de incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, con 262 casos, y también en los últimos 7 días, en los que ha descendido hasta situarse en 114,7. Además, la tendencia también es positiva. “Los técnicos valoran que la evolución es esperanzadora” y todo apunta a que Asturias podrá bajar del nivel de riesgo 4 (muy alto) al 3 (alto). Pero eso no significa que no se pueda dar un paso atrás y de ahí que el Gobierno apueste por una apertura gradual. Las medidas se publicaron a última hora de ayer en el “Boletín Oficial del Principado de Asturias” (BOPA).

Cultura. La cultura puede volver hoy mismo a la actividad: teatros, museos, cines... Estos equipamientos tienen sus propios planes de contingencia, que estaban vigentes y se vuelven a activar. Estos protocolos incluyen aforos reducidos y distancia de seguridad.

Hostelería. La hostelería y la restauración podrán abrir el próximo lunes. Es decir, no solo han perdido el puente de diciembre, sino que tampoco podrán disfrutar de un fin de semana que se prevé con gran actividad en las calles. No tendrán aforo, y no les hace falta porque, a cambio, les aplican otras restricciones muy duras. No se servirá en barra, salvo para recoger pedidos. Cada mesa solo podrá ser ocupada por cuatro personas (antes eran seis) y tendrán que guardar dos metros de distancia entre las sillas “de diferentes mesas”, precisó la norma publicada en el BOPA. Tendrá prioridad el uso de las terrazas (con los mismos condicionantes) y el interior deberá contar con “una correcta ventilación”. El ocio nocturno y las fiestas privadas siguen prohibidas.

La reapertura con restricciones

El comercio. Los centros comerciales y los negocios de más de 300 metros cuadrados abrirán también el lunes, con un límite de aforo del 30 por ciento tanto en las zonas comunes como en cada comercio.

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Los deportes. Los centros deportivos podrán abrir con un máximo de 15 personas al aire libre, mientras que en el interior se deberá respetar el 30 por ciento de aforo, o un máximo de seis personas en las actividades colectivas. En cuanto a las estaciones de esquí, de momento continuarán cerradas en Asturias, pese a que las de León ya inician su desescalada.

Los velatorios. Un máximo de 25 personas en el exterior y de 15 en el interior, y el 50 por ciento de aforo en las iglesias.

Las residencias. Se refuerzan los sistemas de protección y vigilancia en los geriátricos.

La educación. Se mantienen las mismas medidas, también en la Universidad, donde solo se permite la presencialidad en actividades consideradas esenciales, como algunas prácticas y exámenes.

Los hoteles. Sigue vigente la norma del 3 de noviembre, con lo que solo pueden abrir los considerados esenciales.

El semáforo del riesgo en Asturias

El teletrabajo. Se debe priorizar el trabajo a distancia y, si no es posible, es imprescindible el uso de mascarilla.

El presidente del Principado también se refirió al cierre perimetral de la región y remarcó que “ha sido eficaz y durará lo que dure el estado de alarma. Los epidemiólogos insisten en que el cierre perimetral ha tenido mucho sentido para el control de la movilidad”. Barbón, que advirtió de que una tercera ola llegará en enero, renegó además de que haya que salvar la Navidad, “sino que hay que salvar vidas evitando una mala Navidad”. Y puso como ejemplo Estados Unidos “con miles de contagios y fallecidos por lo que pasó en Acción de Gracias. Esto debe ser lo que nos ponga en alerta”.