La cría de oso pardo cantábrico recogida el 27 de agosto por agentes del Medio Natural del Principado en Endriga, en Somiedo, ha sido trasladada al recinto leonés de aclimatación o presuelta de osos pardos del monte de Valsemana, en La Ercina, tal como ha explicado el Gobierno del Principado. El citado recinto depende de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

El plantígrado se encontraba desde el de octubre en el centro de recuperación de la fauna silvestre de Villaescusa, dependiente de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de Cantabria.

Los expertos ratifican que la evolución de la osezna durante los dos meses que ha pasado ingresada en este centro ha sido muy positiva, tanto a nivel clínico como de comportamiento, y ha mostrado cada vez mayores periodos de actividad y juego.

Durante este tiempo, ha seguido una rutina de enriquecimiento ambiental y de hospitalización en aislamiento total y bajo videovigilancia, con el objetivo de fomentar las actitudes normales de un esbardo y evitar su habituación a las personas.

Si bien la buena evolución a todos los niveles hace que se la pueda considerar clínicamente "fuera de peligro" después de haber superado las graves lesiones que padecía inicialmente, el comité veterinario del grupo de trabajo del oso pardo cantábrico considera que la osezna no es apta para una liberación directa. Este comité entiende que su estado aún requiere de cierto control, aunque sea menos estricto.

Por esta razón, los equipos técnicos y veterinarios del Principado, la Junta de Castilla y León y del Gobierno de Cantabria, junto con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica, han consensuado el traslado de la cría al recinto leonés.