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Los bares de Asturias vuelven a la vida: "Entre tanto cartel y marcas en el suelo no se si tengo un bar o una escape room"

Desde primera hora de la mañana se han formado importantes retenciones en la entrada del centro comercial de Paredes

La hostelería reabre con ilusión tras 40 días de cierre

La hostelería reabre con ilusión tras 40 días de cierre Elena Vélez

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La hostelería reabre con ilusión tras 40 días de cierre R. García

40 días, un mes y 10 días. Ese es el tiempo que los bares de Asturias llevaban esperando a abrir la persiana. 40 días en los que, tal y como se quejaban los empresarios, muchos tuvieron que seguir pagando alquileres y recibos sin tener más ingresos que los pírricos que a algunos les daban el café para llevar y el pincho vendidos a las puertas de los establecimientos. Pero hoy es el gran día. Desde primera hora de la mañana muchos suben las persianas y se reencuentran con sus clientes. Pero no todo es alegría., Muchos lamentan que después de un domingo de sol la lluvia les impida hoy poner las terrazas con las que sí que podrían obtener importantes ganancias. "Estoy atacada, entre tanto cartel y marcas en el suelo no se si tengo un bar o una escape room", confesaba una hostelera de Gijón propietaria de una churrería en el barrio de El Llano.

Los preparativos para el gran día de hoy ya se vienen haciendo desde hace unos días. En el bar Arde Lucus de Gijón, por ejemplo, ayer los camareros dedicaron el día a poner biombos para separar las mesas entre los clientes y evitar contagios. El objetivo de todos es garantizar la seguridad para que nadie pueda señalar más a la hostelería.

"Había muchas ganas de volver, vine a primera hora por ver a la gente y porqué el café en casa no es lo mismo", reconocía esta mañana Lucy González, en la cafetería habitual de Gijón a la que acudía a tomar café antes del cierre y a la que ahora por fin ha podido regresar. José Antonio Uría tampoco ha querido perderse su visita rutinaria a la cafetería en la que tanto le gusta desayunar. "Vengo a diario. Si encima de que hay paro esta gente cierra no sé dónde vamos a parar", declaraba.

José Antonio Uría R. G.

El gobierno del Principado de Asturias cerró los bares el 4 de noviembre. Por aquel entonces la escalada de casos de coronavirus (se llegaron a registrar casi 800 en un solo día durante la segunda ola en el Principado) obligó a reducir los movimientos de la población clausurando los establecimientos de hotelería. Ahora, con una situación epidemiológica muy distinta el ejecutivo ha permitido una apertura parcial que no ha contentado a todos. De hecho José Luis Álvarez Almeida, el presidente de la patronal Otea, calificaba hace días esta nueva situación como un “cierre encubierto”.

Y es que los bares sólo pueden abrir con una ocupación reducida. A saber: entre las mesas tiene que haber una separación de, como poco, dos metros, la barra queda inutilizada excepto para “posar” la comida para llevar y se prohíbe que haya más de cuatro personas en una mesa. Unas restricciones que incluso hacen que algunos no quieran abrir. Es el caso de la sidrería Casa Carmen de Gijón, que hoy mantiene la persiana cerrada. "De momento no abriremos porque no vemos viable cubrir gastos con un 30 por ciento del aforo. No se cubren sueldos y gastos fijos y no estamos para probar suerte, prefiero esperar un poco más y abrir cuando pueda garantizar el sueldo de mis empleados", señalaba la responsable de este negocio que cuenta con dos locales en el barrio La Arena de Gijón, Rocío Barrio.

"De momento no abriremos porque no vemos viable cubrir gastos con un 30 por ciento del aforo. No estamos para probar suerte", afirmaba una hostelera de Gijón

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De hecho la lucha de estos hosteleros no ha terminado. El pasado fin de semana, después de que abandonaran su encierro los hosteleros que permanecían dentro de la iglesia de San Pedro de Gijón, la asociación Asturias Suma anunciaba una demanda colectiva contra el gobierno central a causa de la “masacre a la que están sometiendo a los sectores considerados no esenciales”.

Pero no sólo levantaban hoy la persiana los establecimientos de hostelería. También los centros comerciales volvían a la vida. Al menos en parte. Pueden abrir desde hoy comercios de más de 300 metros cuadrados pero sólo con un aforo del 30 por ciento. Los que tienen que seguir cerrados son los bares de ocio nocturno.

Atascos a la entrada de Parque Principado

Los comercios con superficies superiores a los 300 metros cuadrados y los centros comerciales también han abierto sus puertas, aunque con una limitación de aforo del 30 por ciento y respetando las distancias de seguridad, tanto en el interior de las tiendas como en las zonas comunes. La vuelta se afronta con ilusión y con grandes ofertas y promociones, según coincidieron en señalar desde distintos negocios. De hecho, esta misma mañana, se han formado importantes retenciones a la entrada del complejo comercial de Paredes, cerrado desde hace un mes.

Muchos usuarios han manifestado a través de la red social Twitter sus quejas por los atascos que se han formado en el recinto comercial desde las nueve de la mañana.

Toque de queda

Desde hoy también hay otras novedades: el toque de queda se prolonga. En lugar de permitirse estar por la calle hasta las diez de la noche se levanta un poco la mano. Ahora hay que estar en casa, como máximo, a las once de la noche. En las noches más importantes de Navidad las medidas se flexibilizarán aún más. 

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