Asturias puede presumir de ampliar la nómina de sus pueblos "más bonitos". La aldea de Bulnes (Cabrales) y la villa de Cudillero formarán oficialmente de la asociación "Los pueblos más bonitos de España" desde el próximo 1 de enero. La lista del Principado se eleva así a cinco, pues en el selecto club, todo un gancho para el turismo, ya estaban Torazo (Cabranes), Tazones (Villaviciosa) y Lastres (Colunga).

Junto a los dos asturianos también han accedido a la red los municipios de Beget (Girona), Molinaseca (León), Baños de la Encina (Jaén), Genalguacil (Málaga), Nuevo Baztán (Madrid), Valverde de la Vera (Cáceres), Agulo (La Gomera), Roncal (Navarra) y Garachico (Tenerife). La asociación nacional tendrá en 2021 un total de104 localidades.

Los nuevos once pueblos han superado una auditoría durante este año, con más de 40 criterios para poder forma parte de esta red, en aspectos como cuidado del patrimonio, la armonía del municipio, limpieza, conservación de las fachadas, circulación de vehículos, cuidado de flores y zonas verdes, actividad cultural programada o la atención a las tradiciones. Todos ellos se presentarán en la próxima Feria Internacional de Turismo de Madrid (FITUR), que suele ser en enero pero en 2021 será más tarde debido a la pandemia. La asociación traslada a la próxima primavera la fiesta en Bulnes y Cudillero para hacerles entrega del galardón.

Bulnes, el pueblo sin acceso rodado

A Bulnes, municipio enclavado en pleno Parque Nacional de los Picos de Europa, se le atribuyen unos 30 habitantes, aunque la cifra de residentes estables es mucho más pequeña. Uno de los motivos es que solo se puede llegar al pueblo por funicular o andando por un camino estrecho y empinado, lo que le ha permitido mantener su patrimonio y una gran belleza. La Canal del Texu (o del Tejo) es el camino que desde Poncebos (donde también empieza la famosa Ruta del Cares) conduce al pueblo cabraliego, con varios restaurantes donde comer y plazas de alojamiento. La ruta a pie lleva unas dos horas tranquilamente. No es difícil de cubrir, si bien requiere estar algo en forma ya que cuenta con tramos algo empinados. Si no, siempre se puede optar por el funicular, inaugurado en 2001 y que se coge en la estación de Poncebos, donde hay un amplio aparcamiento donde dejar el coche.

Cesáreo Marqués, recitador de l´Amuravela, en pleno sermón, ante el anfiteatro de Cudillero.

Cudillero, de postal

Cudillero, la villa pixueta, no necesita muchas presentaciones y lo raro era que hasta ahora no estuviera ya incluida en "Los pueblos más bonitos de España". El enclave, de arraigada tradición pesquera pero hoy entregado casi por completo al turismo, está escondido desde la mar y desde la tierra. Su "joya" es el llamado anfiteatro, un conjunto de casas humildes y de colores amontonadas unas sobre otras en la ladera que da al puerto. Desde lo alto hay unas vistas espectaculares al Cantábrico. Son infinitas las referencias literarias, gastronómicas y culturales de Cudillero, conocida como la villa pixueta, llamada así por el nombre que recibían los vecinos de la parte baja, la más cercana al muelle.

Una de sus celebraciones más populares es l´Amuravela, el sermón laico que cada 29 de junio se recita ante el patrono, San Pedro. En el mismo, recitado en pixueto (el dialecto de los vecinos de las villa), se da cuenta al santo de todo lo acontecido en el último año.