La Universidad de Oviedo inició ayer el periodo oficial de exámenes, que en muchos casos se celebraron presencialmente, cumpliendo las medidas de seguridad para garantizar que no se produzcan contagios de Covid-19.
La Facultad de Enfermería de Gijón fue uno de los centros más escrupulosos e incluso controló los niveles de dióxido de carbono para garantizar una correcta ventilación de las aulas. El centro tiene programada una veintena de exámenes en diciembre y enero. Con el acuerdo de toda la comunidad educativa, la Facultad decidió que todas las pruebas se realicen de forma presencial.
Protocolo
Para garantizar la seguridad se ha establecido un riguroso protocolo en el que se incluye programar solamente un examen cada día, citar a los alumnos en espacio abierto y por riguroso orden de lista, controlar la entrada a la Facultad y a las aulas de los grupos de alumnos de forma escalonada para evitar aglomeraciones y señalizar circuitos de desplazamientos unidireccionales. Además, en el interior de las aulas es obligatorio el uso de mascarillas FFP2, lavado de manos con gel hidroalcohólico a la entrada y a la salida, distancia de seguridad y ventilación continua. En el primer examen celebrado se ha realizado un análisis indirecto de la calidad y concentración del aire. Durante toda la prueba, los niveles se situaron por debajo del 70 por ciento del límite admisible.
