Son los guapos oficiales de Asturias. Al menos, los más recientes. La villa de Cudillero y Bulnes, en los concejos de Cudillero y Cabrales, respectivamente, han logrado entrar en la red “Los pueblos más bonitos de España”. Con ellos son cinco los que tiene la región junto a Torazo (Cabranes), Lastres (Colunga) y Tazones (Villaviciosa). El empujón turístico que supone tal logro para ambos núcleos es lo que más destacan responsables políticos y del sector, contentos por entrar en una asociación con 104 pueblos repartidos por toda España.
Bulnes es un lugar sin igual, para bien y para mal. Lo sabe Alberto Fernández, orgulloso hostelero del lugar donde nació su madre, al que no se puede llegar en vehículo. “Es un orgullo tremendo, todo lo que sea que reconozcan esta singularidad que tenemos”, señala Fernández. Es la ubicación la característica principal de Bulnes, en plenos Picos de Europa y al que solo se llega a pie a través de la Canal del Texu o Tejo, o en funicular. “Todo lo que sea atraer gente para nosotros es fundamental. Aquí no hay producción de nada. La clave está en que, además de venir muchos españoles, también tenemos gente de Europa e incluso de otros continentes, incluidos australianos”, revela Fernández. Él dejó el precioso pueblo en su juventud para trabajar, primero en Alemania y luego por España. Pero volvió y ahora en su tierra familiar se gana la vida. Hay que subirlo todo por el funicular, teniendo mucha previsión –“si necesitas un kilo de arroz hay que traer tres”, apostilla–, pero está contento de vivir entre las montañas, en un lugar que ahora es reconocido como uno de “Los más bonitos de España”.
En Cudillero tienen claro que tal mérito “sentará bien”. Lo dice la técnica de Turismo Trinidad Fernández, quien asegura que estas menciones “gustan mucho a los visitantes y a veces se convierte en un lema especial para hacerse la foto. Todo ayuda, y más en estos tiempos”, opina. La asociación Cudillero Empresas de Turismo Asociadas (CETA) también ve las ventajas. Su gerente, Vanina Posada, señala que toda promoción “es poca” con o sin pandemia. “Estamos de acuerdo en que el Ayuntamiento invierta en promoción, sin duda”, señala, si bien pide apoyo para que los negocios sigan abiertos, como ayudas directas, por ejemplo, y retirada de tasas. El alcalde, Carlos Valle, no oculta su orgullo de que la villa pixueta sea de las más bonita: “Entramos en una asociación, en una red de trabajo conjunto con otras zonas de España”. Está convencido de que convertirá Cudillero no solo en destino por excelencia en el Principado, sino “también a nivel nacional”. Esta misma semana se reunirá con el presidente del colectivo “Los pueblos más bonitos de España”.
Ayer hubo poco turista por la villa. Unos fueron Paula Gay e Iván Campos, de San Juan de la Arena (Soto del Barco). Pasearon por el anfiteatro y las calles empinadas de Cudillero para después disfrutar de las pocas terrazas abiertas en La Ribera. “Hacía años que no visitábamos la villa”, contaron tras dejarse deslumbrar por una imagen de postal que ha conquistado a muchos.
