Asturias se suma a las autonomías que han decidido endurecer las restricciones para tratar de que las celebraciones y reuniones familiares en Navidad no supongan un repunte de la pandemia. El presidente del Principado, Adrián Barbón, dictó ayer un decreto que amplía las limitaciones: las reuniones no podrán ser de más de seis personas y el toque de queda para Nochebuena y Nochevieja queda establecido en las 00.30 horas, en vez de a la una y media de la madrugada, como estaba previsto inicialmente. El resto de días, la hora límite para la movilidad nocturna sigue señalada a las once de la noche, un horario que choca frontalmente con las pretensiones del sector hostelero, que aspiraba a una flexibilización del toque de queda durante las semanas navideñas.

El decreto firmado por el presidente Adrián Barbón, publicado ayer en el Boletín Oficial del Principado (BOPA), justifica el aumento de las limitaciones restrictivas como una estrategia para evitar “el empeoramiento de los indicadores” que ya se ha empezado a reflejar en territorios que habían iniciado la desescalada de la segunda ola antes que Asturias. Evitar un nuevo “crecimiento de la curva” de contagios y tratar de poner un “cortafuegos” a la nueva cepa del virus detectado en el sur de Inglaterra son objetivos que, según el Ejecutivo autonómico, contribuirían a reducir los riesgos de que haya una nueva situación de estrés sobre la capacidad asistencial en los hospitales y las UCI del sistema sanitario de la región.

Las novedades del decreto afectan al número de comensales, que queda fijado en un máximo de seis en vez de los diez previstos inicialmente y el toque de queda para a Nochebuena y Nochevieja, que se adelanta en una hora, de las 01.30 horas a las 00.30 horas. Asimismo, en las madrugadas de Navidad, Año Nuevo y Reyes la restricción de movilidad se extenderá hasta las siete de la mañana, mientras que en el resto de días la franja con la movilidad limitada comprenderá entre las 23 horas y las seis de la mañana. En el caso de las reuniones familiares solo se podrán mantener entre un máximo de dos grupos de convivientes, que no podrán exceder de seis personas en total.

El Principado mantendrá activo, como estaba previsto, el cierre perimetral de toda la comunidad autónoma aunque “se permitirá la entrada y salida hacia otros territorios para visitar a familiares de hasta segundo grado (hermanos, abuelos y nietos) y allegados”, entrando en esta consideración “las personas con la que sin tener una relación de parentesco, se mantenga un vínculo afectivo de pareja o análogo”. Este tipo de desplazamientos –permitidos del 23 de diciembre al 6 de enero– deberán ser debidamente acreditados, aunque la administración autonómica no tiene previsto habilitar un modelo de declaración responsable que sí hay en otras comunidades.

El resto de medidas vigentes son las que ya estaban reguladas en el decreto del pasado 11 de diciembre: no se autorizarán cabalgatas de Reyes, carreras de San Silvestre ni campanas de Nochevieja por tratase de celebraciones y eventos multitudinarios que, por tanto, entrañan riesgo de contagio masivo de covid-19.

Pagos, con retraso

El Principado, por otra parte, informó ayer de que había dado la orden de pago de las ayudas a los sectores más afectados por los cierre de actividad de la segunda ola, un abono que llega con casi una semana de retraso porque la previsión inicial era que comenzasen el 15 de diciembre. Los primeros documentos de pago van destinados a los comercios, serán 3.159 ayudas que movilizarán 5 millones de euros. Los siguientes en cobrar serán los negocios turísticos.

“Se acaban de cargar las cenas de Fin de Año”, denuncian el alcalde de Oviedo y Otea

El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, se alineó ayer con las reivindicaciones que defiende la patronal de la hostelería y el turismo, Otea, cuyo presidente, José Luis Álvarez Almeida, encabezó la delegación de Asturias que se sumó a la marcha del sector, que llegó a Madrid para reclamar un plan de rescate. Un grupo de hosteleros, procedente de Pontevedra, entró en la capital, donde fueron recibidos por miembros de Hostelería de España y Otea.

“Me parecen excesivamente restrictivo”, valoró el alcalde de Oviedo, sobre el nuevo decreto publicado ayer por el BOPA. “La sanidad está para respetarla, pero no se pueden dictar normas de esa envergadura, olvidándose de la hostelería”, planteó Alfredo Canteli, quien lamentó que “se acaban de cargar las cenas de fin año, cuando simplemente con haber aguantado un poco”. Una denuncia en la que coincidió el presidente de Otea. “No entendemos por qué no queda claro que con esos horarios es imposible atender las cenas. Que se diga que nos cierran y se nos indemnice. Necesitamos un plan de ayudas”, planteó Almeida. El regidor ovetense se confesó “muy preocupado” por el impacto que las limitaciones decididas por el Gobierno autonómico tendrán en el sector hostelero: “Si no les ayudamos lo van a pasar mal. Hay que cumplir con las normas sanitarias, pero no se pueden tomar esas decisiones sin pensar en el daño a la economía”, reiteró Canteli, quien indicó que él hubiera obrado de manera muy diferente: “Yo hubiera protegido a la hostelería en un día clave para ellos como es fin de año”, precisó el alcalde de Oviedo.

“Salvemos la hostelería, plan de rescate ya”, fue la consigna de la pancarta que encabezaba la manifestación de los profesionales de la hostelería en Madrid, donde recibieron a hosteleros que llegaron a pie desde Pontevedra, en una marcha que se prolongó quince días. Los integrantes de este grupo, en un acción simbólica, se descalzaron para mostrar el desgaste del sector por la pandemia.