Las críticas y ataques sobre la amenaza y los peligros que el estatuto electrointensivo encierra para la industria asturiana fueron la penitencia que tuvo que pagar ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, en un pleno presupuestario, por lo demás, mucho más tranquilo de lo que se podía presumir meses atrás.

Teresa Mallada denunció en el hemiciclo de la Junta General “la pasividad” de Adrián Barbón ante “el estatuto inútil del Gobierno de Pedro Sánchez” y le conminó “a pagar lo que no supo defender en Madrid, que ha hecho un estatuto a medida de la Generalitat de Cataluña”. La líder de los populares asturianos reprobó la gestión del presidente del Principado, al que señaló como “cómplice” de que “nuestra industria, verdadero motor de la región, languidezca sin ningún tipo de ayuda”.

El secretario general y portavoz de Foro en el parlamento autonómico, Adrián Pumares, aprovechó el altavoz del pleno más importante del curso para denunciar “la marginación y olvido” del Gobierno de Pedro Sánchez de Asturias, situaciones de las que puso como ejemplo el recién aprobado estatuto para la industria electrointensiva. Calificó de “nefasta” la gestión del consejero de Industria, Enrique Fernández y lanzó un reto a Barbón: “Tiene que asumir su responsabilidad y liderar a la sociedad asturiana en esta reivindicación”.

Ángela Vallina, de IU, subrayó la necesidad de “un nuevo modelo productivo que garantice la sostenibilidad” y “costes energéticos similares a los de otros países de nuestro entorno”, exigencias que combinó con un cierto acto de contricción al reconocer que “somos gobierno”, en referencia a su participación en el tripartito de Moncloa. El presidente de Vox, Ignacio Blanco, achacó “al ecologismo cainita” de los socialistas que “resulte prácticamente imposible que una industria se establezca en la actualidad en Asturias”.