Asturias se sumó hace días a las autonomías que han decidido endurecer las restricciones para tratar de que las celebraciones y reuniones familiares en Navidad no supongan un repunte de la pandemia. El presidente del Principado, Adrián Barbón, dictó la pasada semana un decreto que amplía las limitaciones: las reuniones no podrán ser de más de seis personas y el toque de queda para Nochebuena y Nochevieja queda establecido en las 00.30 horas, en vez de a la una y media de la madrugada, como estaba previsto inicialmente. El resto de días, la hora límite para la movilidad nocturna sigue señalada a las once de la noche, un horario que choca frontalmente con las pretensiones del sector hostelero, que aspiraba a una flexibilización del toque de queda durante las semanas navideñas.

El decreto firmado por el presidente Adrián Barbón, publicado ayer en el Boletín Oficial del Principado (BOPA), justifica el aumento de las limitaciones restrictivas como una estrategia para evitar “el empeoramiento de los indicadores” que ya se ha empezado a reflejar en territorios que habían iniciado la desescalada de la segunda ola antes que Asturias. Evitar un nuevo “crecimiento de la curva” de contagios y tratar de poner un “cortafuegos” a la nueva cepa del virus detectado en el sur de Inglaterra son objetivos que, según el Ejecutivo autonómico, contribuirían a reducir los riesgos de que haya una nueva situación de estrés sobre la capacidad asistencial en los hospitales y las UCI del sistema sanitario de la región.

Las novedades del decreto afectan al número de comensales, que queda fijado en un máximo de seis en vez de los diez previstos inicialmente y el toque de queda para a Nochebuena y Nochevieja, que se adelanta en una hora, de las 01.30 horas a las 00.30 horas. Asimismo, en las madrugadas de Navidad, Año Nuevo y Reyes la restricción de movilidad se extenderá hasta las siete de la mañana, mientras que en el resto de días la franja con la movilidad limitada comprenderá entre las 23 horas y las seis de la mañana. En el caso de las reuniones familiares solo se podrán mantener entre un máximo de dos grupos de convivientes, que no podrán exceder de seis personas en total.