El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha pedido este martes "poner en cuarentena" los datos que reflejan una evolución favorable de la pandemia en las últimas semanas, puesto que no será hasta la primera semana de enero cuando empiece a verse el efecto de las Navidades.

Tras reducirse la incidencia acumulada de la covid-19 de un máximo de 650 casos por cada cien mil habitantes a 116 en la jornada de ayer, la más baja de España, Barbón ha admitido que Asturias es la que "menos mal" va en estos momentos, pero ha alertado de que la situación puede cambiar en cuestión de días por lo que ha pedido extremar las precauciones.

"En Asturias preferimos la prudencia. Esta es una pandemia mundial de un virus aún, en gran medida, desconocido. Hoy podemos tener unos datos aceptables y en una semana, terribles. Por eso es tan importante no bajar la guardia estos días. No cometamos excesos", ha declarado el presidente del Principado a través de su cuenta personal de Twitter.

En una entrevista en Onda Cero, ha vuelto a defender las "medidas difíciles y polémicas" que adoptó su Gobierno a principios de noviembre para frenar la incidencia de la pandemia, como el cierre de la hostelería y el comercio, porque eran "las necesarias" como ahora constatan los datos, ha afirmado.

Barbón ha dicho que es un "alivio" que se haya resuelto el problema logístico que ha retrasado a este martes la llegada de nuevas remesas de la vacuna de Pfizer que tenían que haber llegado ayer a España y a otros países europeos.

Ahora, ha dicho, es el momento de "darle zapatilla" para llegar al máximo posible de población, para lo que Asturias cuenta con cincuenta equipos para el suministro de la vacuna a residentes y profesionales de las residencias de ancianos, primer colectivo que va a ser inmunizado