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Así fue el alud de San Isidro, un tsunami de nieve de más de cinco metros de altura que lanzó a una fresadora de 15 toneladas

Las malas condiciones meteorológicas y el "alto riesgo de aludes" impiden retomar la búsqueda del operario desaparecido

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Segundo día de búsqueda del operario desaparecido en San Isidro LUISMA MURIAS

"Debido a las condiciones meteorológicas y al alto riesgo de aludes no se ha podido continuar, hoy domingo 3 de enero, con las tareas de búsqueda del trabajador de la máquina quitanieves arrastrada por un alud de nieve en Aller", ha comunicado el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA). Hasta el lugar han acudido esta mañana el Jefe de Bomberos del SEPA, con efectivos del Grupo de Rescate del SEPA y de La Morgal y del GREIM de Mieres de la Guardia Civil y personal de Infraestructuras. En Felechosa continúa el Puesto de Mando Avanzado de Bomberos del SEPA con personal de logística. 

El alud atrapó a dos operarios que trabajaban en una máquina fresadora que fue arrastrada por la nieve más de 200 metros por una ladera hasta dejarla en una zona de riesgo de juevos aludes. El cuerpo de uno de los operarios fue localizado sobre las 23.00 horas de ese mismo día uno, pero su compañero aún permanece desaparecido.

La Guardia Civil explicó ayer con detalle lo sucedido el viernes. Sobre las cuatro de la tarde, la fresadora, que descendía en dirección a Felechosa, se detuvo a la altura del citado mirador de Zuvillaga tras obturarse la chimenea. Los dos operarios se bajaron del vehículo para solucionar el problema. Justo en ese momento llegó a la zona una furgoneta con un bombero de 46 años al volante. Según la declaración de este único testigo, los operarios le hicieron unas señas y comenzó a bajarse también del vehículo. De repente, se desencadenó un averno blanco. La avalancha se llevó por delante a los operarios, haciendo volar por los aires la pesada quitanieves.

El alud, un tsunami de nieve de más de cinco metros de altura, golpeó la furgoneta del bombero, que quedó atrapado entre la puerta y el quitamiedos. Otros dos vehículos que bajaban por delante quedaron inmovilizados, pero a salvo, bajo la zona de viseras. En estos vehículos viajaban dos matrimonios, uno de ellos con un niño de 2 años. Estuvieron atrapados hasta pasada la medianoche. Muy posiblemente acaben sancionados por circular por el puerto cuando estaba prohibido debido al temporal. No obstante, esa decisión aún no está tomada.

En medio de este caos, los hermanos Fernando y Daniel Trapiello, propietarios del restaurante de La Braña, fueron alertados de que algo había pasado en el puerto. Desde La Raya se desplazaron, sin preocuparse por el peligro, al lugar del siniestro, auxiliando al herido y dando aviso al 112. Fueron la punta de lanza de un operativo de grandes dimensiones. En las siguientes horas el plan de búsqueda se activó, “incluso con riesgo para la integridad de los intervinientes”, subrayaron ayer responsables de los diferentes servicios. Al bombero rescatado, perteneciente al parque de Avilés, aunque residente en un pueblo cercano a Oviedo, le dieron de alta en el Hospital de León ayer por la mañana. Aunque en principio se valoró una posible fractura de pierna, no sufre rotura alguna, solo magulladuras. Bastante “dolorido”, ya está en su domicilio recuperándose de la terrible experiencia. Había aprovechado el descanso para subir el puerto y hacer deporte, según informa Saúl Fernández.

Mientras los ecos del fatídico alud aún resuenan en San Isidro, otra avalancha, en este caso en forma de protestas, se desliza por el valle. Se trata de una vieja queja que ahora se escucha amplificada por la tragedia: “Esto se sabía que iba a pasar. Llevamos mucho tiempo avisando, pero los políticos juegan con la ventaja de que nunca les toca a ellos acabar enterrados”, apuntaba Fernando Trapiello, buen amigo de Virgilio García, de 61 años de edad. “Se ha dicho mil veces que, en esta zona concreta, eran necesarias protecciones, pero nadie hace caso”, señala igualmente Cristina Lastra, propietaria del Mesón de Cuevas, situado a los pies del puerto San Isidro. “Son muchas las veces que se ha advertido del peligro, pero se ha hecho oídos sordos. Seguramente ahora llegarán las medidas, tarde”, subraya Juan Sutil, presidente del PP allerano.

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