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Asturias, la región en la que más creció la movilidad en vísperas de Nochebuena

El 23 de diciembre registró el récord de entradas al Principado desde principios de septiembre, según un estudio del Ministerio de Transportes

Control policial en Gijón

La sensación de aprensión con la que se espera la tercera ola puede venir en parte de aquí. De la estadística que avisa de que Asturias fue la víspera de Nochebuena la autonomía española con niveles más voluminosos de movilidad. O al menos la que más superó en esos días los datos previos al primer estado de alarma. El registro elaborado por el Ministerio de Transportes detectó en el Principado indicios de desplazamientos internos y de entradas y salidas de la región que el pasado día 23 superaron los valores de antes de la pandemia con más intensidad que en casi ningún otro territorio y alcanzaron cotas que no se veían aquí desde principios del otoño. El miércoles 23 de diciembre, en el inicio de la etapa epidémicamente más complicada de la aproximación a la Navidad, sólo la ciudad autónoma de Ceuta superó el dato de Asturias, donde ese día pasó a ser el más intensivo en viajes de la segunda oleada, el de más movimiento desde el 12 de octubre y el de más accesos desde fuera de la región desde el 8 de septiembre.

La conclusión, preocupante por lo que la movilidad tiene de factor de riesgo en la expansión del virus, emerge entre los datos que el Ministerio ha ido actualizando en un estudio elaborado con técnicas de big data para cuantificar los desplazamientos de los españoles en época de pandemia. El análisis se confecciona a partir de un acopio de registros anonimizados procedentes de las redes de telefonía móvil y de la comparación de esos datos recogidos cada día con los de una “semana tipo” previa al primer estado de alarma, la del 14 al 20 de febrero. Según el resumen general de los viajes computados –se analizan los de más de quinientos metros, tanto en el interior como de salida y entrada a cada territorio–, Asturias entró en la zona de riesgo de la Navidad después de superar el día 23 las medias de febrero, verificando movimientos del 106 por ciento respecto a los valores de referencia y desbocando sobre todo la estadística de viajes en dirección al interior de la región.

Se entiende que la movilidad creció en las vísperas navideñas hasta parecerse mucho a la de una semana normal sin pandemia en sus cifras generales, pero se disparó sobre todo a causa de la hinchazón de los movimientos de salida y fundamentalmente de entrada. Era la primera jornada de vigencia de las excepciones navideñas al cierre perimetral de la región, que se levantó justo entonces para las visitas a familiares o “allegados”, y las llegadas desde fuera del Principado se dispararon hasta casi duplicar las de las fechas de referencia, hasta un 179 por ciento que supone el valor más alto desde el verano, exactamente desde el 8 de septiembre, un momento en el que la situación epidemiológica estaba casi completamente en calma.

Mientras la movilidad interior se quedaba en un 89 por ciento de lo considerado normal en las vísperas de la pandemia, la suma de las entradas y las salidas alcanzaba el 143, cocinando un valor resumen del 106 que en ese día concreto de previa navideña no iguala ninguna otra autonomía. Las diferencias entre regiones fueron, eso sí, escasas en una jornada en la que casi toda España rondó los niveles de movilidad de una semana normal, pero oscilando entre el 74 por ciento de Canarias y el 103 de Cantabria, segunda después de Asturias en la clasificación autonómica del día. La Comunidad Valenciana, la más estricta en sus restricciones, la única que no hizo excepciones navideñas a su cierre perimetral, fue la segunda de la Península tras Cataluña con más reducción de movimientos, rebajados al 83 por ciento de los de una semana “normal”.

Gijón y Oviedo

Este nivel de alta intensidad del desplazamiento navideño se reproduce también al aproximar la lupa a las grandes ciudades asturianas. El día 23, Gijón fue de los grandes municipios españoles el de más movilidad –clavando casi el mismo valor de la semana de febrero que se considera la referencia, un 101 por ciento– y Oviedo se le acercó mucho, con un estimable 96. A falta de actualizaciones posteriores al día 27, el estudio del Ministerio constata que la inflamación de los viajes en la región se contuvo en las jornadas siguientes, con un notable desplome en Nochebuena y Navidad, dos jornadas en las que los desplazamientos de ingreso en Asturias bajaron respectivamente al 65 y al dieciséis por ciento de la normalidad prepandémica y la movilidad general se situó en el 61 el día 24 y en el 35 el 25.

Ya no fue Asturias la región con más movimiento, pero sí la cuarta y la séptima, y todavía volvió a ser la segunda el sábado 26 para constatar hasta qué punto ha enardecido la Navidad el ansia de viaje de los asturianos, que según las conclusiones de este mismo estudio se habían mantenido hasta entonces en niveles de movilidad mucho más moderados. Antes de diciembre, los datos incluían al Principado entre las autonomías que habían contenido la movilidad con mayor intensidad en la segunda oleada del coronavirus.

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