“Según está la carretera no se puede ir a más de 30 kilómetros por hora, porque con esta nieve si vas a más velocidad el coche te lleva por donde él quiere, no por donde tú lo quieres llevar”. Palabra de Santiago García, conductor que ayer hizo llegar ejemplares del día de LA NUEVA ESPAÑA a los Oscos y Grandas de Salime por carreteras de circulación complicada por el temporal para cumplir fielmente con la cita diaria con los lectores.

La nieve cubrió de blanco buena parte de las carreteras que discurren por alturas cercanas a los mil metros, como reflejan las imágenes adjuntas, captadas por los encargados de distribuir el periódico a concejos como Santa Eulalia de Oscos, Villanueva de Oscos, Grandas de Salime o Tineo. La nieve cayó en abundancia durante toda la noche, obligando a reducir a velocidades de otra época, por las dificultades que entrañaba la circulación en condiciones tan adversas. “Tenía que ir casi todo el tiempo en segunda”, comenta Santiago García, con 27 años de experiencia al volante.

Aspecto que ofrecía San Martín de Oscos.

Árboles cargados de nieve.

Árboles cargados de nieve.

La nieve casi tapa la entrada de una casa en el alto de La Garganta (Villanueva de Oscos).

El área recreativa en la carretera del alto de La Garganta a Santa Eulalia.

Cable combado por la nieve en la carretera a Grandas de Salime.

Imagen nocturna de Tineo.

En Tineo comenzó a nevar a las cuatro de la tarde del domingo y no dejó de caer durante toda la noche, acumulándose espesores importantes, cercanos a los 35 centímetros en algunas zonas. Alguno de los distribuidores del periódico optó incluso por conducir vehículos todo terreno para poder cumplir con el reparto tanto en los kioscos como a los suscriptores más fieles, como fue el caso de Julio Lastra, un vecino del alto de La Garganta (Villanueva de Oscos), que recibió su ejemplar pese a las inclemencias meteorológicas.

La abundante nieve caída no impidió el reparto de LA NUEVA ESPAÑA en toda la región, aunque en algún caso llegara un poco más tarde de lo habitual, porque, ante todo, prima la seguridad. Santiago García no dudaba de que la situación de las carreteras iba a entrañar mayores dificultades por el riesgo de que el firme estuviera helado por las bajas temperaturas. Complicaciones que se repitieron en carreteras de otros concejos, como Boal, Teverga o Quirós.