“El mayor miedo que tenemos a contagiarnos durante los exámenes es por el transporte público, que a veces llega colapsado a los campus”. Así lo aseguran los representantes del estudiantado de la Universidad de Oviedo ante la reanudación, mañana, del periodo de evaluación del primer semestre –antes del parón navideño, en diciembre, hubo tres días de pruebas–. La mayoría de los exámenes, que se desarrollarán hasta el 27 de enero, serán presenciales. Solo la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, una de las más grandes de Asturias, con más de 2.000 alumnos, hará pruebas mayoritariamente online –en un 73% de los casos–. Los decanos y directores de centros insisten en que “las aulas son seguras” gracias a sus efectivos planes de contingencia, y defienden la evaluación presencial en el inicio de la tercera ola del covid por ser “la más justa”.

A pesar de la campaña iniciada en internet por una parte del alumnado en contra de la evaluación presencial –lleva más de 2.500 firmas en change.org–, los portavoces estudiantiles reconocieron ayer que “no hay una posición unánime” dentro del colectivo y que tanto el formato tradicional como el telemático tienen sus pros y sus contras. “Hay muchas opiniones encontradas”, admite Alejandra Díaz Rocha, representante de los estudiantes en el Consejo Social de la Universidad. En lo que sí parece haber acuerdo es en el “miedo” a utilizar el transporte público.

Por eso, puntualiza Díaz, “hemos pedido un aumento de las frecuencias de autobús y de trenes por la mañana”. Sin embargo, “no tenemos aún nada confirmado por parte del CTA (Consorcio de Transportes de Asturias). No todos los estudiantes tenemos un coche particular para uso propio. Y tenemos miedo a contagiarnos y a infectar a nuestros familiares”, apunta. El Consejo de Estudiantes también reclama al Rectorado que encienda hoy mismo las calefacciones de los centros para poder entrar mañana en las aulas tras el impacto de la borrasca “Filomena”. “Hacer un examen a cuatro grados no es agradable. Que pongan la calefacción, por favor”, avisan.

La alumnos llevan desde principios de noviembre sin pisar los campus a consecuencia de la segunda ola del covid, y algunos, incluso, no entran en una clase desde inicios de curso. Ahora se enfrentan a doce días de exámenes mayormente presenciales. Algunas facultades, de hecho, harán todas sus pruebas en el aula. Es el caso de Economía y Empresa, Derecho, Química, Filosofía y Letras, la Politécnica de Mieres, Padre Ossó, Enfermería de Gijón y Geología –salvo una asignatura–. Por otro lado, la Escuela de Ingeniería de Gijón hará el 90% de sus exámenes en las aulas; Ciencias, en un 80% en Matemáticas y en un 70% en Física; Comercio y Marketing, en un 80%, e Ingeniería Informática, en un 64%. Por el contrario, la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, que tuvo docencia a distancia en el primer semestre, realizará 180 pruebas de grado, de las cuales solo 48 (el 27%) serán presenciales, mientras que el resto, 132 (el 73%), online.

Al igual que el Rectorado, los decanos y directores de centros dicen comprender la preocupación de los estudiantes, pero insisten en que “las aulas son seguras” y que la evaluación presencial “es la más justa”. “Entendemos que la manera más adecuada de evaluar es la presencial, porque muchos alumnos están en clara desventaja con las pruebas online. Otro tema es el transporte público, que comprendo que es complicado. En la Universidad cumplimos con los protocolos sanitarios con todas las garantías que se pueden tener. Porque la garantía absoluta se tiene cuando uno se queda en casa y no sale para nada, y si somos honestos, eso lo hace muy poca gente y no creo que sea el caso de nuestros estudiantes”, afirma la directora de la Politécnica de Mieres, Asun Cámara.

El decano de la Facultad de Derecho, Javier F. Teruelo, dice que su equipo entiende “perfectamente y se toma muy en serio la preocupación” de algunos alumnos por las pruebas presenciales, pero también recuerda que “estamos en un momento difícil y todas las alternativas tienen sus inconvenientes”. José Manuel Noriega, al frente de la Facultad de Ciencias, asegura que su decanato “no recibió petición alguna de que los exámenes se hiciesen online”. Por otra parte, añade, “no comprendo cómo se puede defender docencia presencial en tiempos de más incidencia que actualmente y ahora no aceptar exámenes presenciales”. De igual forma, en Química, cuenta la decana Susana Fernández, se hizo una encuesta entre los estudiantes y “la opción preferida fue la evaluación presencial”, la misma que se aplicó en los finales de junio y julio.

Aparte de las medidas ya conocidas de limpieza de manos, separación de dos metros entre mesas, entradas escalonadas, ventilación frecuente de las aulas o circuitos de circulación, los centros universitarios extremarán aún más la seguridad a partir de mañana. Por ejemplo, la Politécnica de Mieres pedirá a sus alumnos y profesores que se descarguen una aplicación llamada “Safe Place” para registrar todas las entradas y salidas a la escuela mediante el escaneo de códigos QR. De esta forma, explica la directora Asun Cámara, “sabremos quién está en el centro y durante cuánto tiempo para poder hacer un rastreo en el caso de que se produjese un contagio”.

Exámenes en gimnasios

Por su parte, la Facultad de Ciencias utilizará “espacios grandes” para hacer las pruebas y espaciará “entre una y dos horas” los exámenes para limpiar y ventilar. Por primera vez sus estudiantes se examinarán en el gimnasio de la Facultad de Educación y en el polideportivo del campus Los Catalanes. También emplearán su gimnasio por primera vez los alumnos de Educación. Este espacio, según señala el decano, Celestino Rodríguez, solo se había empleado para pruebas del Instituto Cervantes, pero nunca para exámenes universitarios. En este sentido, la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos de Gijón ha logrado la cesión de una nave de la Laboral Centro de Arte. “Durante tres días, en los que tenemos programados exámenes con bastante número de alumnos, desplazaremos hasta allí a 215 estudiantes”, aclara el decano, Levi Pérez. Para reducir el riesgo de contagios, la Escuela de Ingeniería Informática de Oviedo separará “todo lo posible el final de un examen y el inicio del siguiente, para que no confluyan muchas personas a la vez en el edificio”, detalla el director, Fernando Álvarez.

Tal y como garantizó el Rectorado, todos los centros facilitarán que los estudiantes que estén contagiados o guarden cuarentena por el covid puedan realizar los exámenes desde sus casas.