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Lío con los exámenes de la Universidad

El Principado suspende ahora expresamente las pruebas presenciales salvo excepciones mientras el Rector las mantiene como opción principal

Exámenes de la Universidad de Oviedo en el polideportivo del CAU

Exámenes de la Universidad de Oviedo en el polideportivo del CAU MIKI LÓPEZ

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Exámenes de la Universidad de Oviedo en el polideportivo del CAU Mónica G. Salas

En el polideportivo universitario del campus ovetense de Los Catalanes huele a gel hidroalcohólico y hace un frío que pela. Unos siete grados marcan los termómetros. La pista, con porterías y canastas, era ayer una enorme aula, equipada con más de doscientas sillas con mesas plegables. En ella se examinaron por la mañana, en el primer día de pruebas tras el parón navideño, un centenar de alumnos de la Facultad de Ciencias y cerca de doscientos de la de Formación del Profesorado y Educación. Hubo quejas por el frío y, más aún, por la evaluación presencial. “Llevamos desde inicio de curso con clases telemáticas y nos ponen ahora pruebas presenciales; es del género bobo”, clamaron los alumnos de Magisterio.

Desde finales de la semana pasada, en la Universidad de Oviedo hay revuelo a cuenta del regreso a las aulas para hacer exámenes. Y lo cierto es que ayer, entre las resoluciones del Principado y del Rector, el lío fue mayúsculo. Ni profesores ni alumnos saben qué pasará hoy con la evaluación presencial. En uno de los anexos publicados en el Bopa, Salud incluye los exámenes en la suspensión en la actividad presencial universitaria, “excepto que, por la naturaleza de la actividad, la misma únicamente pueda desarrollarse de forma presencial”. Es decir, se considera algo extraordinario, cuando la mayoría de las pruebas que están programadas para este mes van a ser presenciales. De hecho, una decena de facultades tienen previstas que todas sus pruebas se hagan en el aula. Lo nuevo, por tanto, de la resolución de ayer es que el Principado hace alusión expresa a los exámenes.

Sin embargo, y ahora viene lo más confuso de todo, el consejero de Salud, Pablo Fernández, aseguró en rueda de prensa que, pese a la modificación, en realidad “no cambia el contenido de esa parte pero sí evitará interpretaciones erróneas”. La guinda al desconcierto la pone por la noche el Rector, Santiago García Granda, prorrogando la resolución de fecha 3 de noviembre en su versión modificada del 14 de diciembre. En ninguna de ellas se menciona la prohibición expresa de los exámenes que ayer incorporó el Gobierno autonómico.

Y mientras se arregla este desaguisado, los estudiantes de Educación continúan con sus quejas. “Es una vergüenza. Aunque sea peor para nosotros académicamente hacer pruebas online, las preferimos. En mayo no tuvimos exámenes presenciales y ahora que el covid está fatal nos juntan aquí a todos”, criticaron Alfonso Menéndez, Lucía Fernández y Sara Fraile. Más reproches en la misma dirección. “La gestión es absurda. Esto no tiene sentido”, señaló Carlos Cárcaba. “Si no tuvimos evaluación presencial en junio, no entendemos que ahora sí la tengamos”, insistieron Carlos Argüelles, Olaya Álvarez y Miguel Fernández. “Hay profesores a los que por primera vez vamos a ver ahora”, indicaron David Rodríguez y David Sánchez.

Dentro del CAU, los profesores de la asignatura de Ciencias Ambientales, Félix Mateos y Juan Carlos Illera, dieron respuesta al malestar del estudiantado. “Las experiencias online previas nos dicen que los alumnos copiaron o se organizaron entre ellos para hacer el examen, tal y como reflejaron las notas. El test que hicimos en marzo, cuando estaban confinados, resultó bien, pero la prueba posterior que realizamos en la desescalada no. Hubo alumnos que entregaron el examen en el mismo minuto y que tuvieron los mismo fallos. Creemos que pudieron juntarse en casas”, aclararon.

Por la izquierda, Alfonso Menéndez, Lucía Fernández, Sara Fraile, María Blanco, Gerardo Casas y Jimena Alvar, en el exterior del CAR, minutos antes de enfrentarse al examen. | Miki López

El acceso de los universitarios al polideportivo se hizo de uno en uno y por dos puertas permanentemente abiertas. Todos cumplieron con el ritual: echarse gel desinfectante, ocupar una silla y esperar. Nadie quitó el abrigo; la nave era un congelador. Y por ahí fueron el resto de críticas: “Esta no es forma de hacer un examen. Llegamos a casa con las manos rojas, entumecidas y congeladas. Y las bajas temperaturas no nos permitieron concentrarnos bien”.

Alumnos de quince grados recurren a Barbón para que la evaluación sea online

La desesperación de algunos universitarios por que el grueso de los exámenes programados para este mes se vayan a hacer de forma presencial y no online les ha llevado a recurrir incluso al presidente Adrián Barbón. Alumnos de varios cursos de quince grados –la mayoría de la Facultad de Filosofía y Letras– han remitido al jefe del Ejecutivo autonómico así como al rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, un escrito en el que reclaman que la evaluación sea telemática, pues es “la más eficaz para garantizar la salud y seguridad de los estudiantes y sus familias”. Y el Principado, a través de la resolución de Salud de ayer –no queda claro–, pudo haber atendido sus quejas.

La petición de este grupo de universitarios no ha sido respaldada por el máximo órgano de representación del alumnado, el Consejo de Estudiantes, ya que consideran que las titulaciones de cada facultad son “un mundo”. “No queremos deslegitimar esta queja. Pero una cosa es pedir la evaluación presencial para unos grados concretos y otra diferente para toda la Universidad”, afirma el presidente del Consejo de Estudiantes, Ángel Caraduje. El representante del alumnado también avisa de que el cambio de modelo de evaluación no puede producirse a pocos días de iniciarse los exámenes, “porque va en contra de lo que siempre defendimos: que nos avisasen con antelación”. “Si el formato de prueba cambia, el método de preparación también es diferente”, remarca Caraduje.

En el escrito remitido al Presidente y al Rector los alumnos advierten de la “peligrosidad” del transporte público, “dada la posible aglomeración de viajeros y la imposibilidad de mantener la distancia de seguridad interpersonal”. Sobre ello, el presidente del Consejo de Estudiantes asegura que una de sus principales peticiones ante el Rectorado fue el aumento de frecuencias en el transporte. Sin embargo, puntualiza Caraduje, “el CTA no ha cumplido o no ha tenido la opción”.

Los estudiantes en contra de la presencialidad también avisan del “riesgo que supone la confluencia de alumnos en las aulas y pasillo así como de las condiciones climatológicas poco favorables”. Los alumnos firmantes son de grados de Historia, Lenguas Modernas, Historia del Arte, Estudios Ingleses, Geografía, Historia y Ciencias de la Música, Filosofía, Contabilidad y Finanzas, Educación Infantil, Educación Primaria, Lengua Española, Psicología, Comercio y Marketing, Enfermería de Gijón y Trabajo Social.

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