El Ayuntamiento de Grado pidió ayer a la Consejería de Educación el cierre de los centros educativos del concejo debido a la situación epidemiológica del municipio. Sin embargo, la medida fue denegada. Tan solo se intensificará la vigilancia en los dos institutos, Ramón Areces y César Rodríguez, que suman 560 alumnos. Asimismo, Educación informa que en caso de que se dé algún positivo se cerrará el aula y se pondrá en cuarentena a los estudiantes y docentes considerados contactos estrechos, a los que se harán dos pruebas PCR al inicio y final del período de confinamiento.
El alcalde Grado, José Luis Trabanco (IU), realizó ayer la petición, que fue apoyada por la regidora de Candamo, Natalia González (PSOE), ante la preocupación de las familias. Y es que a los institutos de la villa moscona acuden escolares no sólo de Grado, sino también de Candamo, Yernes y Tameza, Belmonte de Miranda y Somiedo, por lo que temen la posible expansión del covid-19 a los municipios colindantes. “Podrían tener las clases telemáticas hasta que dobleguemos la curva, hay que tener en cuenta que Grado es cabecera de comarca, con lo que ello implica”.
Además, el regidor moscón se dispuso a buscar una alternativa para que las familias puedan conciliar el trabajo en caso de suspensión de la actividad lectiva. “El lunes no hubo clases presenciales por precaución ante el temporal invernal cuando las carreteras del concejo estaban en buen estado y, sin embargo, se abren los institutos con la grave situación de pandemia como si aquí no necesitáramos precaución”, expresó Trabanco.
Y recalca que los centros educativos estuvieron cerrados a finales del pasado curso “con una tasa de incidencia mucho menor a la que sufrimos a día de hoy en Grado”. El cierre fue también reivindicado por Ciudadanos Grado al considerar que mantener las aulas abiertas podría expandir el covid-19 dado en los brotes a los municipios colindantes.
