Los asturianos se encaminan hacia su primer fin de semana "calentito" de 2021 meteorológicamente hablando. Al menos, estable y con temperaturas suaves y mucho más amables que los dos primeros fines de semana de este año cuando los termómetros cayeron en picado (en Leitariegos, Cangas del Narcea, llegaron a rozar los 13 bajo cero) y la nieve cubrió de blanco decenas de pueblos de montaña.
En los últimos días, después de la borrasca "Filomena", las cosas ya habían mejorado y el sol lleva prácticamente luciendo en el cielo toda la semana. De hecho, este viernes se lograron superar los 13 grados de temperatura máxima en lugares tan dispares como Mieres, Llanes, Colunga, Castropol o Gijón. Por contra, las mínimas cayeron bajo cero, pero se quedaron en menos 6 grados, en la citada localidad canguesa de Leitariegos.
La mejora meteorológica ha permitido a las zonas más castigadas por la nieve recuperarse poco a poco y limpiar carreteras y accesos a pueblos que se habían quedado incomunicados. Es el caso de Somiedo, donde el trabajo ha sido intenso toda la semana y este viernes le tocó el turno a uno de los pueblos más altos, El Puerto, a 1.500 metros de altitud, en el que los espesores superaron el metro con holgura.
Así seguirán las cosas al menos hasta este lunes 18 de enero. La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para este sábado es de cielos poco nubosos, en los que luzca el sol y temperaturas un poco más altas. No obstante, las heladas fuertes continuarán produciéndose en las zonas altas y el interior. El domingo, más de lo mismo, si bien estará más nuboso en la costa. Ese día el mercurio también subirá algo y las heladas serán débiles.
BENITU, EL PANADERO, NO FALLA EN EL SURORIENTE
Cangas de Onís, J. M. Carbajal
Pese a los temporales, los repartidores asiduos en la comarca suroriental (Ponga, Amieva, Cangas,....) del Principado de Asturias tratan de sortear de la mejor manera posible todas y cada una de las cotidianas incidencias con las que se encuentran en sus respectivos itinerarios o rutas para cumplir con la fiel clientela (gente de la tercera edad, sobremanera) que tienen en aldeas y pequeños núcleos rurales de la comunidad autónoma.
"A los de Viboli y Casielles, por ejemplo, como tienen la carretera cortada de acceso al pueblo se lo dejo en el bar La Huera, en la carretera general, donde un vecino baja en tractor a recogerlo", comenta a LA NUEVA ESPAÑA Benito Díaz, quien lleva veintidós años –cuenta 53- repartiendo hogazas y barras de pan de Sajambre (León) por la comarca del suroriente de Asturias. Una ruta madrugadora, desde Oseja hasta Infiesto (Piloña) o bien a Ribadesella, para atender a la clientela de las zonas rurales, tales como Vís (Amieva) y Viegu (Ponga), entre otros puntos.
La empinada y serpenteante carretera de acceso al pueblo de Viegu, desde Vidosa, sir ir más lejos, en término municipal de Ponga, está sumamente peligrosa "por el hielo", asevera ese repartidor sajambriego. Además, en la N-625 (León-Santander por Cangas de Onís), conocida también por los asiduos como "la del Pontón", principal vía de comunicación de la provincia de León con el Principado de Asturias, se ha topado estos últimos días con argayos en la parte asturiana y en la vertiente leonesa.
Su máxima siempre fue la calidad del producto de la panificadora "La Estrella de Castilla". Benito Díaz Díaz-Caneja realiza un promedio de 200 kilómetros en su rutina diaria normal, pese a las inclemencias meteorológicas, para que el pan que elaboran en Oseja de Sajambre esté presente en buena parte de los hogares de las zonas rurales del suroriente, a pie de casa, como vulgarmente se dice. Y es que Benitu, como le conoce su amplia clientela, ha hecho infinidad de amistades a lo largo de su dilatada trayectoria profesional.
