El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se mostró ayer partidario de adelantar la hora del toque de queda como ha hecho Castilla y León y reclamó al Gobierno central que llegue a un acuerdo con el resto de autonomías para que no haya “normas distintas” y todos los gobiernos regionales tomen medidas “en sintonía”.

A juicio de Revilla, todas las autonomías deberían ir “de la mano” y evitar “una imagen lamentable” para los ciudadanos donde haya “normas distintas” como ocurre entre Cantabria y Euskadi. Esta tarea, agregó, corresponde al Ministerio de Sanidad. “A ver si llegamos a un acuerdo”, indicó.

El presidente cántabro descartó aplicar un confinamiento domiciliario, como reclaman otros gobiernos regionales –entre ellos, el de Asturias– porque, a su juicio, si se vuelve a confinar España como en marzo, abril y mayo “la catástrofe” económica “será mayor”. Las nuevas restricciones deben responder a “una balanza de economía y salud”, subrayó.