Asturias afronta al menos una semana dura y determinante para conocer la evolución de esta tercera ola que ha roto los peores pronósticos. Los datos reportados hoy mismo (correspondientes a los casos detectados durante la jornada de ayer, miércoles) se han elevado al máximo en esta onda, con 591 casos (la cuarta cifra diaria más alta en lo que llevamos de pandemia). Después del aparente respiro que supusieron los 426 casos detectados el lunes e informados ayer, que parecían anticipar que el pico se había superado, el temor de los expertos sanitarios es que Asturias aún prosiga con cifras muy altas de contagios diarios durante las próximas jornadas. Incluso durante dos semanas, según ha reconocido esta misma mañana el propio Presidente, Adrián Barbón.
Efectos de las limitaciones
Justo nos hallamos en el punto en el que deberían comenzar a verse los efectos de las restricciones que entraron en vigor el pasado 12 de enero y que supusieron que se fijase las 20.00 horas como tope de apertura para la hostelería y que se adelantase a las 22.00 horas la vigencia del toque de queda.
Los epidemiólogos estiman que las consecuencias de decisiones restrictivas comienzan a tener efecto unos quince días después de que se apliquen, por lo que habría de ser justamente a partir de ahora cuando ese efecto se percibiese. Las limitaciones estrictas aplicadas en ciertos concejos con altas incidencias o contagios entre mayores (las del denominado nivel de riesgo "4 plus"), por tanto, aún no mostrarán señales, de hacerlo, hasta la semana que viene.
El esperado pico de poco vale
¿Está Asturias cerca de rebasar el máximo de casos? Eso parece. Dos argumentos sostienen esa hipótesis. Uno, que Asturias aplicó restricciones cuando sus datos epidemiológicos no eran tan preocupantes como los de otras comunidades autónomas. Dos, que el comportamiento de la pandemia en el conjunto del territorio español ya ha dado muestras en algunas comunidades de iniciar un periodo de descenso del número de casos diarios. El hecho de que la tercera ola en España haya tenido una “sincronización” a consecuencia de las celebraciones navideñas, permite detectar que la curva total de España ya da muestras de haber sobrepasado sus máximos.
Así, Madrid, Cataluña o la castigada Extremadura ya parecen aflojar en cuanto a la incidencia. No obstante, otras comunidades, como Galicia o la Comunidad Valenciana parecen continuar en tendencia ascendente. Llamativo es el caso de Asturias, Cantabria, el País Vasco y Navarra, las únicas en las que la curva de casos de la tercera ola no ha superado el máximo de los reportados durante la segunda explosión de la pandemia.
Aun así, la evolución de los parámetros epidemiológicos en el Principado (incidencias en todas sus variantes) sigue siendo creciente, por lo que Asturias deberá mantener limitaciones y situación de alerta durante bastantes días.
Eso no es incompatible con que podamos afrontar pronto la cima de casos diarios. Ciertos comportamientos matemáticos así lo muestran, como el hecho de que las oscilaciones en la variación de la pendiente de la curva (derivada segunda) tiendan en apariencia a disminuir en amplitud, como refiere el catedrático de matemáticas de la Universidad de Oviedo Juan Luis Fernández, en su análisis diario de la evolución de la pandemia siguiendo un modelo. Conviene recordar que las modelizaciones no ofrecen certezas en sistemas tan complejos y sujetos a tantas variables como una epidemia y menos en poblaciones pequeñas; realizan una evaluación (partiendo de hipótesis a priori y parámetros sujetos a regulación) que sirve como guía ante lo que puede avecinarse, al igual que una previsión meteorológica. No por ello están exentas de rigor científico.
Rebasar el máximo de casos diarios no implica que los indicadores comiencen a descender, sino que podrán hacerlo como mínimo pasados algunos días, y no todos. Por ello, el pronóstico inmediato no puede ser optimista.
La preocupación se vuelca hacia los hospitales
En todo caso, un descenso de los casos diarios (que podría suceder próximamente) es un bálsamo de poca valía. Los servicios sanitarios asturianos se preparan para un incremento de hospitalizaciones y ocupaciones en UCI, lo que podría llevar a la atención hospitalaria a unas tensiones similares a las que se produjeron en noviembre pasado. No en vano, el dato de ayer incide en esa tendencia preocupante. El miércoles se produjeron 72 ingresos en planta y 12 en Unidades de Cuidados Intensivos. Solo se registraron, en cambio, 46 altas.
Evolución negativa de los concejos
En Asturias aún existen zonas en las que la propagación del virus es muy elevada sin que aún den muestras de mejoría en los parámetros que determinan la toma de decisión sobre las restricciones que se les aplican. Avilés, Corvera y Castrillón, por ejemplo, los primeros municipios tras Grado en sufrir un cierre perimetral, tienen aún una tendencia alcista en su incidencia acumulada, por lo que parece probable que sus limitaciones se terminen prorrogando otros quince días más. También están lejos de una mejoría en sus indicadores Cangas del Narcea, Aller, Lena, San Martín del Rey Aurelio y Mieres. De los grandes concejos únicamente está en clara mejoría Siero, mientras que la tendencia es más favorable para Oviedo que para Gijón.
Grado se recupera
El concejo que muestra claras tendencias de recuperación es el concejo de Grado, cuyo parámetro de incidencia acumulada en 14 días está en franco descenso. Las medidas restrictivas se adoptaron allí el pasado día 12 de enero y ya han sido prorrogadas por otros 14 días.
En definitiva, todo parece indicar que Asturias aún está lejos de que la situación epidemiológica permita relajar restricciones; los concejos bajo cierres perimetrales probablemente sufran prórrogas y la tercera ola extenderá sus efectos sanitarios hasta bien entrado febrero. Aunque el ritmo de vacunación actual continúe, Salud tratará de alargar al máximo las limitaciones, porque sí está demostrado que un descenso hasta el suelo de la incidencia proporciona un mayor tiempo de tranquilidad hasta la siguiente oleada. Salir de las restricciones con un aún significativo número de casos diarios es pan para hoy y hambre para mañana, expresión literal para algunos sectores económicos. Y pese a los pronósticos de que la vacunación termine por rebajar la propagación del virus, aún hay bastantes incógnitas sobre el escenario ante esa cuarta ola.