Las comunidades autónomas de Castilla y León, Galicia y Asturias, en coordinación con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), han finalizado los trabajos de campo del primer censo genético de oso pardo cantábrico, y en el que se han recogido 914 muestras en los muestreos llevados a cabo en la región castellanoleoneses.

Así se ha puesto de manifiesto en la reunión telemática que han mantenido este miércoles el grupo de trabajo del oso cantábrico

En Castilla y León, ha supuesto la implicación durante cuatro meses de más de 150 personas, entre ingenieros forestales, de montes, biólogos, agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y patrullas oso de la Junta, con la colaboración de la Fundación Oso Pardo, que han recorrido más de 4.500 kilómetros de 26 comarcas forestales de las provincias de Zamora, León, Palencia y Burgos.

Respecto del número de cuadrículas muestreadas, de las 292 cuadrículas prospectadas, en 136 se han recogido indicios de presencia de oso pardo, con 69 cuadrículas con presencia en la subpoblación occidental y 67 cuadrículas en la subpoblación oriental.

La Universidad Autónoma de Barcelona hará la individualización genética, lo que permitirá determinar la conectividad y parentesco de los osos.