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Los patronos de una residencia de Cangas de Onís se vacunaron: “El Sespa lo sabía”

El párroco, Diego Macías, y la edil y exdiputada del PP Marifé Gómez recibieron dosis y “tienen un papel activo en el geriátrico”, dice el director

Los integrantes del patronato de la residencia de ancianos “Beceña González” de Cangas de Onís se vacunaron el pasado 4 de enero al tiempo que los residentes y trabajadores. En esa fecha solo podía vacunarse, según el Ministerio, el personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario. Los patronos lo hicieron “conscientes y para dar ejemplo” y con el visto bueno del Sespa “porque el listado de personas se envió en dos ocasiones y señalando la función de cada uno”. Lo reconoce el director de la residencia Antonio Cofiño, gestionada por una fundación benéfica en la que participan la parroquia de Cangas de Onís y el Ayuntamiento.

El patronato está presidido por el párroco de Cangas de Onís, Diego Macías; la concejala de Servicios Sociales, la exdiputada autonómica del Partido Popular Marifé Gómez (por delegación del Alcalde), y una representante de las familias de la localidad. Fue precisamente el sacerdote el primero en vacunarse de toda la residencia. “Se hizo para dar ejemplo y también porque tienen un papel activo en la gestión de la residencia”, asegura Cofiño a este periódico.

La consejería de Salud afirmó ayer que requerirá a los centros sociosanitarios que comuniquen si en sus listados para la campaña de vacunación se incluyeron personas que no sean residentes ni trabajadores. El director de la residencia “Beceña González” reconoce que en el listado que “en dos ocasiones” envió área sanitaria VI incluyó a los integrantes del patronato y a él mismo. La razón, asegura, que dada la situación en que se encuentra la residencia su presencia es habitual en el centro, por lo que también actúan como otro personal cualquiera.

“Esta residencia estaba gestionada por una congregación religiosa que se fue a finales del pasado año y estamos buscando otra que lo asuma. Hasta entonces los patronos tienen una mayor implicación en el día a día”, asegura Antonio Cofiño. El sacerdote Diego Macías pasa ocasionalmente por la residencia por motivos religiosos y de gestión, y la concejala Marifé Gómez “está mantiendo reuniones con trabajadores”. De ahí que en ningún momento, explica Cofiño, se plantease que se incumpliese ningún protocolo.

De hecho, relata una anécdota: una trabajadora decidió en el último momento no vacunarse, sobraba una dosis del vial y se recalcó por el equipo de vacunación que no podía perderse. Se planteó incluso que alguien ajeno al centro la recibiese, algo que finalmente el personal sanitario rechazó: al final se fue a buscar a un residente de otro geriátrico que estaba en la lista de vacunaciones del día para administrarle la dosis. Antonio Cofiño asegura también que la decisión de que el patronato se vacunase se hizo para dar ejemplo. “En cuanto se colocó la lista para apuntar a los trabajadores y residentes dispuestos a vacunarse, apenas nadie se apuntó. De hecho decidimos colocarnos los primeros para dar ejemplo y trasladar tranquilidad”, señala. Incluso, algún miembro del patronato tenía recelos a vacunarse pero finalmente accedió. “Poco a poco fue apuntándose más gente, y puedo asegurar que cuando nos vacunamos los primeros el ambiente se relajó entre los trabajadores y residentes”, explica el director de la residencia. “Esta es la verdad de lo que sucedió, no hay nada que ocultar”, afirma Cofiño.

La consejería de Salud requirió ayer a los centros sociosanitarios que comuniquen “si en los listados que han proporcionado para la administración de las vacunas pueden haberse incluido personas que no sean residentes o trabajadores, tal y como se les solicitó”. A este respecto los patronos de la residencia canguesa se muestran tranquilos: “Los patronos están, por esta situación excepcional en la gerencia, realizando labores de dirección y acuden habitualmente al centro. Se incluyeron en el listado junto con otros trabajadores, como la persona de mantenimiento que viene tres días por semana. Y además se remitieron esos listados en dos ocasiones al Sespa sin que se plantease ninguna duda”, aseguran los patronos.

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