La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Liquidación de centollos en Candás ante el cierre perimetral: “Ya se veía venir”

Muchos restaurantes agotan existencias en Carreño para evitar más pérdidas mientras el comercio se resiente: “No hay nadie en la calle”

16

Carreño se prepara para su cierre perimetral Marcos León

Ya lo dice el refrán: “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”. Eso es lo que ha ocurrido con Carreño que, tras librarse del cierre perimetral hace unos días “in extremis” por la alta trazabilidad –es decir, por mantener identificado el origen de la mayoría de sus brotes– inicia a partir de las doce de la noche dos semanas de confinamiento municipal por la alta incidencia de casos, que afecta a aulas en tres centros educativos de Candás: los colegios San Félix y Poeta Antón y el IES de Candás. El concejo, que lleva varios días sitiado por el cierre perimetral de Gozón, Gijón y Corvera, se suma a la lista de municipios con medidas “4 Plus” al menos durante 14 días. El caso de Carreño puede decirse que es la crónica de un cierre anunciado, totalmente previsible para los sectores que se verán aún más afectados por las restricciones para atajar los brotes de covid.

Feli Espinosa Vicente, de Casa Repinaldo, fue previsora para tratar de no perder más dinero con el cierre perimetral. “Vaciamos las neveras estos días y liquidamos los centollos y ñoclas que había en el vivero a bajo precio para no tener que 'comérnoslos'. Esta vez, se veía venir, no como cuando nos cerraron en noviembre. Ya éramos una isla en medio de un océano. En el momento en que cierran Gijón, Oviedo y Avilés, ya se veía venir que tarde o temprano caíamos”, reconoce. En su caso, ha decidido no abrir estos días ni siquiera para servir en la terraza porque no le salen las cuentas. “Si pongo terraza tengo que tener el bar con luz, la cocina encendida y si hace mal tiempo no va a venir nadie. Ya se notó muchísimo estos días atrás con el cierre perimetral de Oviedo, Gijón, Avilés y las Cuencas”, lamenta.

Los comercios, más de lo mismo. La pandemia les está afectando directamente. Rebeca Fernández, que regenta una tienda de moda infantil en Candás, admite que “la gente no sale de casa y no compra para vestirse. Yo soy de las que tampoco sale. Esto es una cadena. Más cerrados de lo que estamos no podemos estar. Hay poco movimiento, así que ahora menos todavía”. En su caso, llevan semanas abriendo solo por las mañanas ya que por las tardes apenas pasea gente por la capital de Carreño.

"Más cerrados de lo que estamos no podemos estar", aseguran en una tienda de moda infantil de Candás que ya solo abre por las mañanas

decoration

En la cafetería K4, muy cerca del muelle candasín, estarán pendientes del cielo estos días para abrir o no. Begoña González comenta que “estábamos esperando el cierre. Abriremos los días que haga sol y los que llueva cerraremos. Carreño vive de la gente que viene los fines de semana y estos días ya se notó bastante. Tener abierto sin clientes es seguir con pérdidas, no sacas ganancia de nada”. Dentro del local, Vicente Díaz tomaba un café leyendo LA NUEVA ESPAÑA y reconocía la compleja situación sanitaria de Asturias. “Un 80% de la población asturiana estamos con cierre perimetral. Está la cosa complicada”, comentaba. Eso sí, asegura que a pesar de las restricciones tratará de consumir en la hostelería local. “Si el tiempo lo permite, seguiré bajando a tomar algo al bar para hacer gasto”, asegura un carreñense comprometido con los negocios de su pueblo.

Compartir el artículo

stats