Asturias no se va a abrir para los turistas en Semana Santa si la situación de alarma no cambia. Así lo ha confirmado el presidente regional, Adrián Barbón, en la comparecencia de hoy para actualizar la situación de la región en el contexto de la pandemia. El presidente se mostró muy preocupado por la crisis asistencial que aún puede darse con la tercera ola de contagios, “porque nos queda un mes de febrero muy difícil”, dijo, y ya avanzó que no se van a relajar las medidas de control de movilidad. 

“Asturias tiene el propósito de mantener el cierre perimetral mientras dure el estado de alarma. Y hay que pinchar el globo de si vamos a vivir la Semana Santa como la Navidad. Si queremos descender a niveles objetivos de seguridad pública hay que sacrificar la Semana Santa”, dijo de forma contundente Barbón.

El presidente ahondó en el mensaje: "Somos claros. No vamos a vivir en Asturias una Semana Santa como se vivió la Navidad. No queremos cometer los errores, hay que aprender de ellos, y el error fue vivir la navidad como se vivió; y eso que fuimos la comunidad con más restricciones junto con Levante. Pero ese relajo de algunas medidas desembocó en una tercera ola brutal. Si no queremos una cuarta ola brutal hay que aprender porque se trata de salvar vidas". 

También se refirió a que ese control de los contactos sociales y la movilidad en las vacaciones de Semana Santa podrá derivar en que "lleguemos en la mejor disposición al final del estado de alarma, en mayo".

No ha sido el primer miembro del Gobierno en avanzar esa férrea posición de cara a la Semana Santa. Ya el miércoles se había manifestado también muy contundente el consejero de Salud, Pablo Fernández, que pedía que no se iniciara la cantinela de "hay que salvar la Semana Santa" como hace meses se había hecho con la tesis "hay que salvar la Navidad".